El Gobierno hizo una férrea defensa al director del Área Sociocultural de La Moneda, Sebastián Dávalos, luego de ser vinculado al “Nueragate”. La estrategia del palacio presidencial es dejar que el hijo de la mandataria rompa su silencio y enfrente la opinión pública, para sacar de la polémica a Michelle Bachelet.

La revelación del negocio de la empresa de Natalia Compagnon, que concretó tras conseguir un millonario crédito con el Banco de Chile, se ha transformado en una nube de humo para la gestión de la presidenta Michelle Bachelet, que hace unas semanas se congratulaba por la aprobación de reformas emblemáticas y el alza en las encuestas.

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Por lo anterior, no sólo desde la oposición han fustigado lo sucedido. También desde la Nueva Mayoría han surgido voces críticas por la actuación de Dávalos, y que ha sido resistido por allegados de la mandataria desde la época de campaña.

Y si bien el propio ministro (s) vocero de Gobierno José Antonio Gómez descartó de plano que el hijo de la presidenta presente su renuncia al cargo, la presión para que entregue su declaración de patrimonio ha aumentado.

Aunque no hay una fecha clara para una conferencia de prensa, Peñailillo ya trazó públicamente los pasos que tendrá que dar Sebastián Dávalos junto a su equipo, que integran su jefa de gabinete Erika Silva y la cantante Denisse Malebrán. En cuanto a comunicaciones, recién en marzo se contratará a un periodista que reemplace a Marisol Olivares, quien fue desvinculada recientemente.

“Me imagino que la declaración de intereses se hará tan rápido como se pueda, eso es una cosa personal que él lo hará lo antes posible (…) puede ser antes de eso (jueves) incluso”, sostuvo Peñailillo.

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Según fuentes de Radio Bío Bío, el próximo jueves es la fecha tope para que Dávalos entregue el documento, en el que incluso están trabajando funcionarios de Gobierno.