A días que comience el verano es muy común que vayamos con nuestros amigos o familia a piscinas. Pero estos recintos siempre nos dejan expuestos a que nos contagiemos de infecciones, si es que no se toman los resguardos necesarios.

Enfermedades como conjuntivitis, otitis y hongos, entre otras, aparecen comúnmente en estas fechas, a las que se suman quemaduras químicas en la piel por las grandes concentraciones de cloro que se utilizan en las piscinas para contrarrestar el crecimiento de algas e infecciones.

Las piscinas además contienen mucho cloro y otros compuestos que nos pueden producir infecciones. A la vez estos lugares son un excelente para recrearse y relajarse, es por esto que Ingrid Toro, enfermera de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Sebastián, entregó consejos para disfrutar estos paseos al máximo.

1. Evitar que lactantes que no controlan esfínter estén expuestos al agua, ya que pueden presentar deposiciones, contaminando el agua del recinto con microrganismos que pueden generar diarreas e infecciones del tracto urinario a niños y adultos.

2. Si un bebé va estar en el agua de piscina, se debe hacer aseo genital previo y bañarlo por tiempos cortos. Luego darle un baño para retirar de la piel el agua con cloro.

3. En el caso de niños menores de 2 años, es recomendable cambiar el traje de baño apenas salga de la piscina. La idea es que siempre esté seco y limpio.

4.Tomar una ducha corta antes y después de bañarse para eliminar los microrganismos por arrastre y quitarse los restos de cloro que pueden causar irritación en la piel, genitales y mucosas.

5. La conjuntivitis es otra infección común, por lo cual se aconseja el uso de lentes de agua o evitar que los niños se sumerjan constantemente en la piscina. Todo esto debe estar siempre supervisado por adultos.

6. Para evitar el contagio de hongos en los pies se debe procurar no pasearse sin zapatos en zonas con agua aledañas a la piscina y en las duchas. Los pies tienen que estar secos una vez fuera de la piscina, ya sea con sandalias de goma u otro material como algodón o cuero.

7. No intercambiar chalas y toallas.

8. Si usa piscinas inflables, el agua debe ser eliminada apenas el bebé salga de la piscina, ya que al estar estancada es cultivo de gérmenes y microrganismos.

9. Instalar en la piscina de la casa un filtro para mantenerla limpia, usando además de forma periódica desinfectante especialmente fabricados para piscinas de casas.

10. Respetar la indicación de cantidad de desinfectante por litros de agua, ya que si le pone de más puede provocar irritación de piel y mucosas y si se utiliza menos no habrá desinfección.

11. Algunos productos para desinfectar son muy fuertes y pueden causar irritación en ojos, boca, genitales y piel a los más pequeños, favoreciendo las infecciones.