El clima de inquietud creado en Francia estas últimas semanas tras varias agresiones atribuidas a falsos payasos, en algunos casos armados, es alimentado por la imagen aterradora del “payaso malvado” popularizada por la literatura y el cine, según expertos.
El fenómeno apareció en el norte de Francia y afecta también al sur del país, antes de llegar el lunes pasado a los suburbios de París, donde la policía detuvo a un adolescente de 14 años que acababa de agredir a una mujer junto a un cómplice disfrazado igual que él.
En la mayoría de los incidentes denunciados, jóvenes disfrazados y maquillados como payasos esgrimen armas por lo general ficticias y aterrorizan a transeúntes.
“Desde hace 30 años, el payaso malvado es un motivo explotado por la cultura popular, con películas y libros que poco a poco construyeron un tema no necesariamente muy importante, pero que todo el mundo conoce”, explicó a la agencia AFP la antropóloga Véronique Campion-Vincent.
“Las leyendas urbanas se basan en la idea de que vivimos en un mundo en el que las cosas no son lo que parecen. Tal es el caso de este ser al parecer divertido, que hace reír a los niños, pero que en realidad es malo”, agrega la autora de “100% rumores”.
El rictus perverso del Guasón en Batman, la mirada demente del payaso psicópata en la portada de la novela de terror “It” de Stephen King o los cabellos rojos desordenados del inquietante Bob Patiño en los Simpsons: todas son figuras que fomentan una fobia especial que tiene incluso un nombre propio: “coulrofobia”, o miedo irracional a los payasos, padecido entre otros por el actor Johnny Depp.
John Wayne Gacy, uno de los asesinos seriales más famosos de Estados Unidos, es también en parte responsable de la mala fama de los payasos: capturado en 1978 y ejecutado en 1994, entretenía a niños enfermos vestido de payaso, pero también mató a 33 jóvenes en los años 70.
A medida que se aproxima Halloween, período en el que la gente se divierte asustándose en Estados Unidos en vísperas del día de los muertos, los “payasos agresivos” parecen querer aprovecharse del clima generado.
Un fenómeno limitado
Uno de los factores desencadenantes parece ser la difusión de videos captados con cámara oculta de un payaso asesino, armado con un enorme martillo o una motosierra, realizados por una productora italiana.
“La policía advirtió bastante temprano la existencia del fenómeno en las redes sociales”, indicó el martes una fuente policial.
“Ciertos delincuentes sacaron provecho el fin de semana pasado. Con todo, es un fenómeno muy limitado y está disminuyendo. Forma parte de los fenómenos de moda muy puntuales que sólo sobreviven mientras los medios siguen hablando de ellos”, agrega la fuente.
Aunque no es fácil en este contexto irracional conocer las verdaderas motivaciones de los “falsos payasos” y identificar a los farsantes, “está naciendo una leyenda urbana”, según Aurore Van de Winkel, investigadora belga de “leyendas contemporáneas”.
Además de los videos procedentes de Italia, la experta estima que el contexto pre-Halloween, propicio a las leyendas urbanas, explica la multiplicación de estos payasos agresivos que hasta ahora sólo aparecían en libros, películas o grupos de rock.
El riesgo, advierte Véronique Campion-Vincent, es que el “juego” se salga de cauce y lleve a una confusión entre realidad e imaginación.
La universitaria cita el caso de niñas de 12 años que en junio pasado apuñalaron a una compañera como gesto de sumisión a un personaje totalmente imaginario, “Slenderman”.
http://youtu.be/WR7XTQa1j4I