En qué debes fijarte a la hora de inscribirte en un gimnasio

Jeffrey Zeldman (CC) Flickr
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Como se intensifica en estas fechas la concurrencia a los gimnasios, el académico de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Andrés Bello (Unab), Hernán de la Barra, entregó recomendaciones respecto a la elección de éstos, aconsejando ser muy cuidadosos a la hora de inscribirse en unos de esos centros sobre todo por los especialistas a cargo de las rutinas.

“Deben seleccionar un gimnasio que en primer lugar cuente con el manejo de profesores de educación física e idealmente kinesiólogos dedicados al área deportiva y fisiología del ejercicio”, expresó De la Barra.

Manifestó que “los gimnasios a cargo sólo de trainners (personal trainners), no son del todo adecuado debido a que estas personas no cuentan con los conocimientos suficientes referentes a los problemas de salud que usted pudiese tener, esto es hipertensión arterial, diabetes, obesidad, enfermedades metabólicas como osteoporosis, osteopenia, y otras”.

De la Barra dijo que “debe chequear que al momento de inscribirse se le haga una evaluación de su aptitud física inicial. Deben realizar un examen antropométrico, incluyendo la medición de la grasa corporal, peso, talla, etcétera. A esto se suma la medición de la frecuencia cardíaca de reposo, y otros signos vitales como la presión arterial”.

Añadió que quien concurra al gimnasio “tiene el deber de comunicarle a la persona que lo evalué si ha tenido lesiones musculo esqueléticas, ya sea fracturas, desgarros, esguinces, tendinopatías u otras, así como si utiliza dispositivos como marcapasos o elementos protésicos (cadera o rodilla)”.

De la Barra sostuvo que quien “le asigne los ejercicios evalué su capacidad de trabajo en cada uno de ellos. Las cargas deben ser adecuadas a su capacidad, así como el número de series y repeticiones asignadas. No permita que le indiquen un ejercicio sin que se lo explique de forma adecuada y que le muestren su ejecución”.

Igualmente, debe dejar en claro a su evaluador cuál es su objetivo, si desea quemar las grasas o bien desea tonificarse o aumentar su masa muscular. Cada programa de entrenamiento apunta a objetivos específicos los que deben trazarse antes de iniciar el plan, dijo el especialista, agregando que “para cada uno de los ejercicios debe comunicarle a su evaluador si percibe molestias o este le resulta incómodo, de modo de buscar alternativas”.

El profesor manifestó que la rutina no debe exceder los 40 minutos en un comienzo (primera semana), y debe ir aumentando su progresión temporal hasta alcanzar 1 hora de trabajo. Es recomendable alimentarse durante algunas semanas con carnes blancas, limitando el consumo de carnes rojas. Consumir más vegetales y frutas de modo, especialmente aquellos verdes. Una buena alternativa proteica son las legumbres.

Dijo que para reintegrarse a la actividad deportiva, se recomienda comenzar con rutinas suaves a moderadas, que incluyan ejercicios aeróbicos y mucha elongación de modo de recobrar las aptitudes físicas previas; realizar los ejercicios que venía haciendo pero con tres cuartos de la carga de trabajo con la que entrena habitualmente. Cualquier ejercicio que le resulte incómodo, suprímalo de inmediato.

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Como se intensifica en estas fechas la concurrencia a los gimnasios, el académico de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Andrés Bello (Unab), Hernán de la Barra, entregó recomendaciones respecto a la elección de éstos, aconsejando ser muy cuidadosos a la hora de inscribirse en unos de esos centros sobre todo por los especialistas a cargo de las rutinas.

“Deben seleccionar un gimnasio que en primer lugar cuente con el manejo de profesores de educación física e idealmente kinesiólogos dedicados al área deportiva y fisiología del ejercicio”, expresó De la Barra.

Manifestó que “los gimnasios a cargo sólo de trainners (personal trainners), no son del todo adecuado debido a que estas personas no cuentan con los conocimientos suficientes referentes a los problemas de salud que usted pudiese tener, esto es hipertensión arterial, diabetes, obesidad, enfermedades metabólicas como osteoporosis, osteopenia, y otras”.

De la Barra dijo que “debe chequear que al momento de inscribirse se le haga una evaluación de su aptitud física inicial. Deben realizar un examen antropométrico, incluyendo la medición de la grasa corporal, peso, talla, etcétera. A esto se suma la medición de la frecuencia cardíaca de reposo, y otros signos vitales como la presión arterial”.

Añadió que quien concurra al gimnasio “tiene el deber de comunicarle a la persona que lo evalué si ha tenido lesiones musculo esqueléticas, ya sea fracturas, desgarros, esguinces, tendinopatías u otras, así como si utiliza dispositivos como marcapasos o elementos protésicos (cadera o rodilla)”.

De la Barra sostuvo que quien “le asigne los ejercicios evalué su capacidad de trabajo en cada uno de ellos. Las cargas deben ser adecuadas a su capacidad, así como el número de series y repeticiones asignadas. No permita que le indiquen un ejercicio sin que se lo explique de forma adecuada y que le muestren su ejecución”.

Igualmente, debe dejar en claro a su evaluador cuál es su objetivo, si desea quemar las grasas o bien desea tonificarse o aumentar su masa muscular. Cada programa de entrenamiento apunta a objetivos específicos los que deben trazarse antes de iniciar el plan, dijo el especialista, agregando que “para cada uno de los ejercicios debe comunicarle a su evaluador si percibe molestias o este le resulta incómodo, de modo de buscar alternativas”.

El profesor manifestó que la rutina no debe exceder los 40 minutos en un comienzo (primera semana), y debe ir aumentando su progresión temporal hasta alcanzar 1 hora de trabajo. Es recomendable alimentarse durante algunas semanas con carnes blancas, limitando el consumo de carnes rojas. Consumir más vegetales y frutas de modo, especialmente aquellos verdes. Una buena alternativa proteica son las legumbres.

Dijo que para reintegrarse a la actividad deportiva, se recomienda comenzar con rutinas suaves a moderadas, que incluyan ejercicios aeróbicos y mucha elongación de modo de recobrar las aptitudes físicas previas; realizar los ejercicios que venía haciendo pero con tres cuartos de la carga de trabajo con la que entrena habitualmente. Cualquier ejercicio que le resulte incómodo, suprímalo de inmediato.