Los principales candidatos para las elecciones generales del domingo en Bolivia, el presidente Evo Morales, y el opositor Samuel Doria Medina, cerraron este miércoles sus campañas, en un ambiente de calma y con encuestas a favor del mandatario.

El jefe de Estado realizó su último acto proselitista en la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz, ambas leales reductos del gobierno, mientras que su contrincante lo hizo en los llanos de Santa Cruz (este), un bastión de los opositores.

Morales, en un encendido discurso, afirmó que después de casi nueve años de estar en el poder los sectores indígenas y populares, “hemos enseñado cómo se gobierna, hemos empezado a gobernar bien y por eso el domingo vamos a ganar con amplia mayoría”, vaticinó Morales ante miles de adherentes.

“Esta vez vamos a ganar en los nueve departamentos (..), vamos a dar un mazazo al imperio, al neoliberalismo, a los vendepatrias, a los separatistas. Será un triunfo del pueblo boliviano”, arengó.

Morales, electo como primer presidente indígena de Bolivia en 2005 con 54% de los votos, es firme candidato para revalidar el cargo por una tercera gestión (2015-2020), con un 59% de intención de voto, mientras que Doria Medina está con el 18% del favoritismo.

El opositor, con escasas perspectivas de forzar una segunda vuelta, cerró su campaña en Santa Cruz, la locomotora del desarrollo económico boliviano y feudo de Rubén Costas, su principal aliado y gobernador de esa región.

Doria Medina, un acaudalado empresario del cemento, señaló que en los nueve años del gobierno de Morales “hay más corrupción, más narcotráfico y más inseguridad ciudadana”, tres temas que -en su criterio- preocupan a los bolivianos.

Por ley, este miércoles fue el último día de campaña o difusión de propagandas en los medios para los candidatos presidenciales y aspirantes a la Asamblea Legislativa Plurinacional.

La presidenta del tribunal electoral, Wilma Velasco, llamó al “silencio electoral”, inclusive a Morales y al vicepresidente Alvaro García, mientras el gobierno respondió horas después que acatará el pedido.

El mandatario, de origen aymara, fue reelegido en 2009 con el 64% y para estos comicios subió el apoyo a 80%, con la intención de controlar por amplia mayoría además el Congreso bicameral.

Desde el jueves también estarán prohibidas las reuniones políticas y el consumo de bebidas alcohólicas.