Escocia vota este jueves el referéndum de independencia que decidirá el futuro del Reino Unido tras 300 años de existencia.

“He votado ‘sí’ porque creo que Escocia debería gobernarse a sí misma”, explicó en Edimburgo a la AFP Sarah Rowell, de 36 años, administrativa. “Amo a mí país, no quiero verlo arruinado”, dijo, sin revelar su voto, Charlotte Farish, una madre de dos hijos de 34 años. Los partidarios de una y otra campaña repartían pegatinas y apuraban sus últimas posibilidades de influir en el resultado.

Unos 4,3 millones de residentes en Escocia están llamados a responder “sí” o “no” a la pregunta “¿cree que Escocia debería ser un Estado independiente?”

“Ahora estamos en las manos de los escoceses, y no existe un lugar más seguro”, dijo en declaraciones a la AFP el líder independentista y jefe de gobierno Alex Salmond, tras depositar su voto en Striche (este).

“Es un momento extraordinario. Es una oportunidad que se da una vez en la vida. Tenemos la posibilidad de construir una economía más próspera, pero también una sociedad más justa”, añadió.

Una de las celebridades que mayor discreción había guardado sobre el tema, el tenista Andy Murray, parecía haber tomado partido. “¡Gran día para Escocia hoy! La negatividad de la campaña del ‘no’ en los últimos días cambió totalmente mi visión, ansioso por ver el resultado. ¡Hagámoslo!”, escribió en su cuenta de Twitter.

Los resultados totales y definitivos se conocerán el viernes y no habrá sondeos a boca de urna, aunque si las diferencias son grandes el desenlace podría estar claro antes.

El último sondeo, difundido cuando faltaban sólo 24 horas para la cita, da al “no” una ventaja de cinco puntos. Según la encuesta, realizada por Panelbase con 1.000 personas, el “no” a la independencia obtendría el 50%, el “sí” el 45% y el 5% todavía están indecisos.

Mujeres y ancianos parecen ser los más reticentes a la independencia, mientras que los varones de entre 30 y 60 años son los más proclives, con un grupo especialmente volátil, los más jóvenes, que por primera vez podrán votar a partir de los 16 años.

¿Primer nuevo Estado europeo desde los Balcanes?

Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte integran el “Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”, nombre oficial del Estado con capital en Londres.

Gran Bretaña es la parte más importante de ese Estado, la isla que reúne a Escocia, Inglaterra y Gales, y cuya historia, hasta la unión de 1707, estuvo dominada por las batallas y las idas y venidas de los ejércitos de un reino al otro.

De aquel estado pre-Reino Unido sobrevive sobre todo la animadversión visceral a Inglaterra, a la postre el reino dominante.

El triunfo de la independencia avivaría reivindicaciones similares en lugares europeos como Cataluña, Flandes, el País Vasco o el Veneto, y acabaría, probablemente, con la carrera de David Cameron, el primer ministro británico.

Sin embargo, el primer ministro no se arrepiente de haber convocado el referéndum y aseguró que no dimitirá: “mi nombre no está en las papeletas”.

La victoria del “sí” supondría el pistoletazo de salida para las complejas negociaciones entre los gobiernos británico y escocés para la separación de dos economías y sistemas políticos profundamente interrelacionados después de tres siglos de historia compartida.

El Partido Nacional Escocés (SNP) ha fijado ya la fecha del 24 de marzo de 2016 — 309° aniversario de las Actas de Unión entre Inglaterra y Escocia — para completar el proceso y declarar una secesión que reduciría la superficie del Reino Unido en un tercio.

Escocia sería el primer estado independiente creado en Europa desde la sangrienta desintegración de Yugoslavia (1991-1999) pero se asemejaría más a la partición pactada y pacífica, en 1993, de la entonces Checoslovaquia en dos países, la República Checa y Eslovaquia.

El reparto de bienes en caso de divorcio amenaza con ser difícil. Las cuestiones más espinosas son: la libra esterlina, los submarinos nucleares Trident de la base naval de Faslane, cerca de Glasgow, y el petróleo.

- España, con la vista en Edimburgo -

Muchos catalanes han llegado a Escocia en las últimas horas para seguir en vivo la cita.

“Venimos a apoyar a los escoceses y a enseñar al mundo que los catalanes queremos votar, que vivimos en una dictadura y queremos votar como en Escocia”, explicó a la AFP Pep Pladeveya, de Gerona (noreste de España), que ha venido con unos amigos en un auto decorado con la bandera independentista catalana.

El gobierno regional catalán, en manos de los nacionalistas, reclama a Madrid poder votar sobre la independencia.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dice que la Constitución española no permite un voto así y condenó el miércoles estos referendos que son, dijo, “torpedos en la línea de flotación de la Unión Europea”.