Una peligrosa situación enfrentan vecinos de la población Lomas de San José de Tomé debido a un deslizamiento de tierra que amenaza con llevarse las casas donde habitan. Aseguran que el Serviu prometió una ayuda que hasta ahora no ha llegado.

Los vecinos de la población Lomas de San José de Tomé, a la altura del liceo Polivalente, ya no pueden dormir tranquilos desde que, hace tres semanas aproximadamente, la ladera adyacente comenzó a desmoronarse.

El deslizamiento de tierra se extiende por unos 50 metros, llegando hasta 10 metros de profundidad, y las grietas se multiplican, lo mismo que el profundo miedo de los vecinos, porque el derrumbe está a cuatro metros de la casa de dos pisos más cercana.

Llamaron a la constructora Claro Vicuña y al Serviu, quienes sólo colocaron una cinta que advierte del peligro y una malla metálica frágil para que no pasaran los niños, pero nada más, criticó el vecino Mario Bustos.

Raúl Fuentealba es otro de los vecinos preocupados por el avance del deslizamiento, que asegura responde a que la población, se asentó en un relleno, con napas subterráneas.

Lomas de San José se compone de 349 viviendas sociales de dos pisos, coloridas, entregadas por completo el año 2012, precisó Domitila Neira, integrante de la junta de vecinos.

La alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, y representantes del Serviu comprometieron ayuda, partiendo por la instalación de un nylon que detenga el avance del socavón, seguido de un estudio de suelo.