El presidente boliviano Evo Morales fue reelecto este domingo como líder de los productores de coca del Chapare, con la promesa de la aprobación de una nueva ley de cultivos de coca en un tercer mandato al que postulará en octubre próximo.
Con la consigna de que “vamos a ganar de lejos esta nueva elección” nacional, Morales propuso que “la nueva gestión (de 2015 a 2020) debe ser para consolidar el ‘cato’ de coca (medida agraria de 40×40 metros), con control estatal y control social”.
En los últimos tres años, el cultivo de coca en Bolivia se redujo en un 26%, según un reciente informe de la oficina local de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).
Según este reporte, los cultivos de la hoja cayeron un 9% anual, de 25.300 hectáreas en 2012 a 23.000 en 2013.
Morales dirige a los combativos sindicatos del Chapare (Cochabamba) desde 1980, y desde allí llegó a la política hasta ganar las elecciones en 2005 con el 54% de los votos, una cifra inédita en Bolivia en el último medio siglo.
En 2009, Morales, un indígena aymara de izquierda, fue relecto con el 64%, y aspira a aumentar esa votación el 12 de octubre. “Si en estas elecciones vamos a ganar con más del 70% va a ser un récord internacional”, dijo a sus bases.
La designación de Morales tuvo lugar este domingo en el marco de un congreso de seis federaciones de productores de coca reunidas en la ciudad de Cochabamba. Los cocaleros constituyen la principal base social de apoyo del mandatario.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína, después de Perú y Colombia, y en los últimos años ha sido señalada también como ruta de paso de cocaína peruana hacia Brasil y países europeos.