A diferencia de su anterior mandato, desde marzo la presidenta electa Michelle Bachelet deberá gobernar con una coalición política más amplia que la Concertación, donde contará con siete partidos políticos que buscarán ver sus intereses representados.

Uno de ellos es el Movimiento Amplio Social -MAS-, liderado por el ex socialista Alejandro Navarro, quienes luego de haber apoyado a Bachelet desde la primaria, según indicó, aspiran ahora a disputar todos los espacios de hegemonía dentro del bloque.

Esta disputa de poder aludida por Navarro también se vive dentro de los partidos históricos del pacto, donde los radicales han insistido en mostrarse como una fuerza importante dentro del bloque, incluso levantando un candidato presidencial propio.

Esto, en opinión del secretario general del Partido Radical Social Demócrata, Ernesto Velasco, es una muestra de que la tienda seguirá buscando el espacio que le corresponde en la toma de decisiones, exigiendo se cumpla el programa de Bachelet.

En esta búsqueda de espacios dentro de la Nueva Mayoría, además, se suma la Izquierda Ciudadana, liderada por el diputado Sergio Aguiló.

La correlación de fuerzas tendrá como primera disputa la elección del gabinete de la presidenta Bachelet, además de la conformación de las mesas directivas en ambas Cámaras del Parlamento.