Un sinfín de críticas ha recibido en redes sociales la Dra. María Luisa Cordero, tras defender férreamente el cuestionado “voto censitario”.

La historia en torno a este tipo de sufragio restringido se remonta a fines del siglo XVIII, época en que se mantuvo vigente en distintos países occidentales.

Básicamente, su premisa se basa en la dotación del derecho a voto sólo a la parte de la población que tiene ciertas características económicas, sociales o educacionales que le permiten estar inscrita en un “censo electoral”, a diferencia de la otra parte que no tiene acceso a estudios ni altas remuneraciones, entre otras cosas.

En una reciente entrevista con la Comunidad RN, la Dra. Cordero defendió este sistema de elecciones argumentando que los votos de una persona con mayor y menor educación “no pueden valer lo mismo”.

A su juicio, este sufragio “está desprestigiado porque se usó para cosas negativas, pero la esencia ética del voto censitario es que hay votos diferenciados. El voto de una persona como yo, que tiene una profesión universitaria, que ha trabajado en hospitales públicos -me he desempeñado con los pobres- no va a valer lo mismo que el voto de mi Bertita, que es mi asesora el hogar“.

“No pueden valer lo mismo. A mí me deberían dar 10 papeletas”, agregó la especialista en psiquiatría.

Una vez que las declaraciones de la panelista de ‘Bienvenidos’ (Canal 13) se viralizaron, las críticas no se hicieron esperar. Redes como Twitter se inundaron de comentarios en contra de la doctora, tildándola de “clasista”.

Lo cierto es que, tal como insinuó Cordero, en un sistema censitario se puede dar el caso de que alguien con determinadas características tenga derecho a más de un voto.

Un caso extremo fue el que se originó en unas antiguas elecciones locales en Essen (Alemania), en que los sufragios del empresario acerero Alfred Krupp -votante de “primera clase”- representaron el 33,3% de todo el padrón electoral.

http://youtu.be/77DwGe1zsC8?t=17m46s