El mediador internacional Lakhdar Brahimi dijo este miércoles en Pekín que espera “un papel activo de China” para hallar una solución al conflicto en Siria, donde en la capital Damasco se intensificaron los combates.

Tras una etapa en Moscú, el emisario internacional se encuentra en China, cuyo gobierno se niega desde hace 19 meses a seguir los llamados internacionales a ejercer más presiones sobre el régimen del presidente sirio Bashar Al Asad. Brahimi se reunió con el canciller chino Yang Jiechi.

Yang “saludó los esfuerzos” de Lakhdar Brahimi, emisario de la ONU y de la Liga Árabe, frente a la espiral de violencia en Siria.

“La crisis en Siria es muy muy peligrosa, la situación es mala y está empeorando”, había estimado Brahimi el lunes en Moscú, tras intentar obtener en vano un cese al fuego durante la celebración del Aid al Adha.

No bien comenzó a implementarse el viernes pasado con motivo de esa fiesta musulmana del sacrificio, la tregua de cuatro días propuesta por Brahimi se hizo añicos, mientras el gobierno y la oposición se culpaban mutuamente por ello.

Moscú y Pekín bloquearon tres proyectos de resolución occidentales en el Consejo de seguridad de la ONU, que condenaban la represión ejercida por el régimen sirio.

Al mismo tiempo Pekín desmintió categóricamente tomar partido a favor de Damasco contra la oposición, afirmando defender una solución aceptable por ambas partes. Pekín acusa en cambio a los occidentales de sabotear toda posibilidad de una solución negociada.