El primer ministro británico David Cameron visitó el jueves el monumento a las víctimas del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, terminando así una visita oficial de tres días a Estados Unidos, que celebró la relación “indispensable” entre Londres y Washington.

Tras su visita al monumento, cuyas placas de bronce enumeran los nombres de cerca de 3.000 víctimas de los ataques al World Trade Center de 2001, Cameron participó a una sesión de preguntas y respuestas con estudiantes de la Universidad de Nueva York.

La visita del primer ministro británico a Estados Unidos se caracterizó por una ola de amabilidad por parte de los mandatarios. Obama saludó la relación “indispensable” y “esencial” entre ambos países, en medio de las crisis de Afganistán e Irán.

Cameron, por su parte, elogió “la fuerza, la autoridad moral y la sabiduría” de Obama.