Uno de los aspectos que no deben dejarse de lado a la hora de enfrentar un nuevo año escolar es la alimentación, clave para el rendimiento y la salud de los estudiantes.

El Círculo de Nutricionistas de Sodexo explica que una mala nutrición en escolares puede traer una serie de riesgos, como fatiga y cansancio, producto del déficit de nutrientes y micronutrientes, muy importantes para que el organismo se desempeñe apropiadamente, haciéndolo más propenso a contraer enfermedades. De igual modo, se pueden adquirir factores de riesgo cardiovasculares como malnutrición por exceso, dislipidemias, diabetes e hipertensión, que son trastornos muy dañinos para la salud.

“Alimentarse de mala manera afecta directamente el rendimiento y crecimiento, ya que si no se cubren las necesidades energéticas y nutricionales diarias, disminuyen la concentración y la capacidad de memoria”, afirmó la nutricionista María José Fierro, vocera del Círculo de Nutricionistas de Sodexo.

La profesional indicó que esto ocurre por la falta de nutrientes como la glucosa, que ayuda al buen funcionamiento del cerebro y minerales como fósforo, vitaminas del complejo B, C y E. A esto se suma que si el organismo deja de recibir proteínas, calcio, y minerales como el zinc, se altera la función del crecimiento.

A ello se agrega la creciente tendencia de adquirir malos hábitos alimenticios, como saltarse las comidas principales, comer a deshora o ingerir alimentos altos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio, que elevan los indicadores de glicemia, colesterol, triglicéridos.

La colación ideal

La Nutricionista de Sodexo María José Fierro dijo que en materia de colación, “lo apropiado es que los niños la consuman al menos dos horas antes de almorzar. El concepto de colación es de una merienda, no una comida principal”.

Algunos consejos del Círculo de Nutricionista de Sodexo:

• Lácteos: privilegiar productos semidescremados o descremados en leche o yogurt.

• Frutas: basta con incluir una unidad en la colación, como manzana, durazno o pera.

• Frutos secos: las bolsitas pequeñas con maní, almendras, nueces, pasas, pueden llegar a convertirse en las favoritas de los niños. No deben ser salados.

• Cereales: galletas de avena (dos unidades), una unidad de barra de cereal, prefiriendo las que contienen alta cantidad de fibra.

• Jugos o aguas: considerar aquellos que no contienen azúcar. Incorpore una unidad.

• Sándwich: 1/2 unidad de sándwich con agregados de jamón de pavo o quesillo.