Ecuador incorporó a su flota militar 12 aviones de combate sudafricanos adquiridos en el marco de una modernización de las Fuerzas Armadas, iniciada tras un bombardeo colombiano contra la guerrilla de las FARC en 2008, anunció este martes el presidente Rafael Correa.

El mandatario entregó las aeronaves Cheetah a la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) durante una ceremonia en la base de Taura, en la provincia costera de Guayas (suroeste), donde destacó que la institución “cuenta nuevamente con una moderna flota de aviones supersónicos para resguardo de la soberanía del país”.

Los aviones caza fueron comprados el año pasado a la firma sudafricana Denel Aviation por 78 millones de dólares y tienen cinco años de garantía, dijo Correa en un discurso en el que resaltó las ventajas de estos aparatos para reemplazar a los antiguos Mirage F-1.

El gobernante señaló que las naves cuentan con un radar digital aire-aire, aire-tierra y aire-mar, están equipadas con misiles de corto y largo alcance, tienen gran autonomía de vuelo y su precio es bajo considerando que un solo avión de última generación supera los 100 millones de dólares.

“Todo esto ha implicado un inmenso pero necesario sacrificio. Antes de nuestro gobierno los recursos otorgados a la FAE apenas alcanzaban para mantenimiento”, indicó Correa.

El presidente subrayó que en los tres primeros años de su administración (que se inició en 2007) la inversión en equipamiento militar subió ocho veces frente a iguales períodos en gobiernos anteriores, alcanzando una cifra récord de casi 680 millones de dólares “para la construcción de un país más seguro”.

Los Cheetah fueron dados de baja por Sudáfrica en 2008 en el marco de un plan de modernización de su flota, siendo repotenciados para vendérselos a Ecuador.

Quito decidió adquirir esos equipos tras un bombardeo colombiano contra una base clandestina de las FARC en territorio fronterizo ecuatoriano el 1 de marzo de 2008, en el cual murió el número dos de esa guerrilla, Raúl Reyes, y motivó la ruptura de relaciones diplomáticas, que ya fueron restablecidas.

En diciembre pasado, Correa reveló que la operatividad de las Fuerzas Armadas estaba en 50% pese a las inversiones motivadas por esa incursión, que incluyó la compra de helicópteros, aviones Super Tucano, lanchas, radares, paracaídas y el aumento del pie de fuerza en la frontera, entre otros aspectos.