Los máximos jefes de una banda criminal al servicio del narcotráfico, José Eberto López (alias ‘Caracho’) y Germán Ramírez (alias ‘Vacafiada’), se entregaron este viernes a las autoridades colombianas en un proceso de sometimiento incondicional a la justicia, dijo la Fiscalía.

Según el reporte, los jefes del autodenominado Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac), una banda criminal de antiguos paramilitares al servicio del narcotráfico, fueron llevados a la sede de la Fiscalía en la ciudad de Villavicencio (100 km al sureste de Bogotá).

López y Ramírez se entregaron a la justicia colombiana en algún punto del sur del país que no fue precisado, en desarrollo del proceso de sometimiento que iniciaron el jueves unos 425 miembros del Erpac, según dijo la directora del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, Carmen González.

El proceso se inició hace un mes, según la Fiscalía, luego de que los líderes de la organización delincuencial manifestaran en una carta su intención de entregarse a la justicia.

González hizo énfasis, en declaraciones a periodistas, que no se trata de un proceso de desmovilización resultado de una negociación, sino de un ‘sometimiento’ incondicional a las autoridades colombianas.

En desarrollo del mismo, el jueves cerca de 118 integrantes del Erpac se entregaron a la Fiscalía en tres puntos del sur y suroeste del país y fueron trasladados a Villavicencio para su judicialización.

Según la Fiscalía, se espera que este viernes lleguen a esa ciudad, capital del departamento (provincia) de Meta, otros 300 integrantes del Erpac procedentes del departamento de Guaviare (sureste), donde tenían su principal centro de operaciones.

Este viernes también, la Fiscalía informó que los integrantes del grupo delincuencial que se sometieron a la justicia, hicieron entrega de casi tres toneladas de armas.

“Se trata de un arsenal de cerca de tres toneladas que incluye fusiles, pistolas, granadas de mortero, entre otras armas”, precisó a la AFP una fuente de la Fiscalía bajo condición de anonimato.

“Se entregaron 123 fusiles, cinco morteros, dos ametralladoras M-60, 404 granadas de mortero y un lanzagranadas”, agregó la fuente.

El Erpac forma parte de una decena de bandas criminales activas en Colombia compuestas en parte por ex paramilitares que no se acogieron al proceso de desmovilización negociado de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, extrema derecha) llevado a cabo entre 2003 y 2006.

Estas bandas se dedican al narcotráfico, entre otros delitos, y de acuerdo con la policía constituyen la mayor amenaza para el orden público en Colombia.

En el caso del Erpac se sospecha que parte de sus miembros decidieron someterse tras perder influencia en su area de operaciones, que quedó bajo el dominio de otra banda delincuencial.