El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Jurgen Stark, que dejará el cargo a fin de año, advirtió a la zona euro contra un recurso al FMI para aliviar la crisis de la deuda, en una entrevista el viernes al Die Welt.

“Europa debe resolver por sí sola sus problemas y reducir su dependencia hacia los mercados de capitales mediante una política presupuestaria consecuente”, dijo el alemán, conocido por su línea ortodoxa en el seno del BCE, y que en septiembre pasado anunció su dimisión del cargo para fines de diciembre.

Los países de la zona euro se pusieron de acuerdo en la última cumbre europea de principios de diciembre en suministrar 150.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) para reforzar su capacidad de préstamo y permitirle así que acuda en ayuda de los países en dificultad de la zona euro.

“En la práctica, no veo que ningún otro Estado fuera de la zona euro necesite este dinero (del FMI). Es una manera de eludir la prohibición de financiación directa de los Estados por parte de los bancos centrales en Europa”, dijo Stark.

Este responsable ha sido un ferviente opositor a la compra de obligaciones soberanas por parte del BCE.

Al presentar su dimisión, Stark invocó “razones personales”. “Me fui porque mi credibilidad personal ya no estaba preservada”, explicó a Die Welt.

Stark afirmó también al diario que los gobiernos europeos “visiblemente no han comprendido hasta hoy hasta qué punto los principios establecidos desde (el tratado de) Maastricht, como la disciplina presupuestaria y la convergencia de las políticas económicas, son importantes para el funcionamiento de la Unión monetaria”.