El enviado especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de opinión y expresión finalizó el domingo su primera misión en Israel y en los territorios palestinos con un llamamiento a la contención a Israel durante las manifestaciones palestinas.

El enviado especial, Franck La Rue, deploró también que las consignas del ejército israelí referentes a la prohibición del uso de gases lacrimógenos no sea respetada por las tropas sobre el terreno.

La Rue se encontraba el pasado 9 de diciembre en el pueblo palestino de Nabi Saleh, en la Cisjordania ocupada, cuando un joven palestino fue alcanzado en la cara por una granada lacrimógena lanzada por un soldado israelí y falleció posteriormente en el hospital.

“Todo recurso a la fuerza contra los manifestantes o los alborotadores debe reducirse al mínimo y proporcionado a la amenaza que representan”, aseguró el representante de la ONU en una rueda de prensa celebrada en Jerusalén Este.

La Rue también criticó a los dirigentes del movimiento islamista Hamas, en el poder en Gaza, “por la costumbre de los servicios de seguridad de proceder a detenciones arbitrarias y a la detención nocturna de periodistas o de militantes pro Derechos Humanos, lo que equivales a una intimidación y lleva consigo reflejos de autocensura”.

La visita del enviado especial de la ONU para el derecho a la libertad de opinión y expresión era la primera a Israel y a los Territorios ocupados desde la creación de este puesto de 1993.

La Rue presentará su informe al Consejo de Derechos del Hombre de la ONU durante “la primera semana de junio” de 2012.

La misión se produce en momentos en los que la mayoría parlamentaria de derechas y de extrema derecha en Israel son acusadas de presentar textos “antidemocráticos”.

Las autoridades palestinas son acusadas a su vez de “acosar” a los periodistas palestinos.