La Asamblea General de la ONU exigió el martes por vigésimo año el final del embargo estadounidense impuesto a Cuba desde hace medio siglo, en una resolución adoptada por una abrumadora mayoría de 186 países.

La resolución fue adoptada por 186 votos a favor, apenas 2 en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones.

“El daño económico directo contra el pueblo cubano supera los 975.000 millones de dólares calculado al depreciado valor del dólar ante el oro”, dijo Bruno Rodríguez al defender la resolución que condena el embargo y exige su final ante la Asamblea General reunida en Nueva York.

Rodríguez recordó que en 1991 para el año siguiente se incluyó por primera vez la cuestión de eliminar el bloqueo contra Cuba, en momentos en que Estados Unidos aprovechaba con “cruel oportunismo para apretar el cerco contra la isla” tras la caída del bloque soviético.

“Hubiera parecido imposible que 20 años después esta Asamblea siguiera considerado este asunto”, agregó, reiterando que “Estados Unidos nunca ha ocultado que su objetivo es derrocar el gobierno revolucionario” cubano.

De su lado -y justo antes de la votación- el representante de Estados Unidos, Ron Godard, indicó que esta resolución busca “confundir y oscurecer”, e insistió en que el embargo es una “cuestión bilateral”.

“Nuestro objetivo es lograr un medio ambiente más abierto en Cuba, mejorar los derechos humanos y libertades fundamentales”, señaló Godard.

En 2010 la resolución había sido aprobada por 187 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Micronesia, Palau e Islas Marshall).

Antes de la votación, el líder cubano Fidel Castro, de 85 años y alejado del poder desde 2006 por enfermedad, había indicado en un artículo publicado en la prensa local que la resolución evidenciaría la necesidad de poner fin al bloqueo “criminal” y al sistema capitalista que “pone en riesgo la supervivencia” del hombre.