Colonos judíos destruyeron el miércoles decenas de olivos pertenecientes a palestinos cerca de la ciudad de Hebrón (sur de Cisjordania), en una operación de represalia, indicaron este jueves habitantes palestinos.

Un portavoz del ejército israelí confirmó este nuevo acto de vandalismo, y precisó que “unos cuarenta árboles” fueron quemados y arrancados cerca del pueblo de Shuweikeh, al sur de Hebrón.

Los colonos extremistas practican una política de represalias, llamada “el precio a pagar”, que consiste en vengarse cada vez que son víctimas de atentados o las autoridades israelíes toman medidas que consideran hostiles a la colonización.

Un colono israelí y su niño de 18 meses murieron el pasado viernes en un accidente de coche provocado por las pedradas de unos palestinos en la zona de Hebrón, según la policía israelí.