El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acusó el lunes a ciertas industrias agroalimentarias de “colocar a la salud pública en situación de riesgo para proteger sus intereses”, en una cumbre sobre enfermedades no transmisibles en el marco de la Asamblea General anual de Naciones Unidas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 36 de los 57 millones de decesos que anualmente se registran en el mundo se deben a enfermedades no transmisibles como el cáncer, diabetes, problemas respiratorios crónicos e hipertensión.

Las estimaciones de la OMS señalan que el número de muertes provocadas por estas enfermedades aumentará 17% en el mundo en la próxima década, con un alza del 24% solo para África.

Al referirse a estas enfermedades, Ban recordó que existe “una historia vergonzosa y bien documentada de ciertos actores en la industria que ignoran la ciencia e incluso su propia investigación”.

De este modo, “colocan a la salud pública en situación de riesgo para proteger sus intereses”, denunció el secretario general de la ONU.

A su turno, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, puso de relieve el enorme costo humano y material que representan estas enfermedades, a las que cifró en un 1% del PIB en el caso de su país.

“En mi país, el 72% de las muertes no violentas entre las personas de menos de 70 años están vinculadas con estas enfermedades. Impactan a los más pobres y los más vulnerables”, afirmó Rousseff.

“Las pérdidas en productividad y los costos ocasionados en las familias y el sistema unificados de salud equivalen al 1% de nuestro PIB” (Producto Interior Bruto), agregó.

La presidenta brasileña señaló que “la desproporcionada incidencia entre los más pobres demuestra la necesidad de una respuesta global a este problema”, y recordó que para Brasil “el acceso a medicamentos forma parte del derecho humano a la salud”.

En efecto, el 80% de las muertes por enfermedades no transmisibles ocurren en países en desarrollo.

La directora de la OMS, Margaret Chan, denunció a su turno los problemas ocasionados por el tabaco, la sal, las grasas no saturadas y el azúcar.

“Nos manifestamos por cambios en los modos de vida y reglas estrictas para el uso del tabaco”, dijo Chan, para quien la reunión del lunes “debe ser un llamado para despertar a los gobiernos al más alto nivel”, teniendo en cuenta que el aumento mundial de estas enfermedades “es un desastre anunciado”.

“Los alimentos preparados ricos en sal, grasas saturadas y azúcar se han convertido en los nuevos alimentos de primera necesidad en casi todos los rincones del mundo”, deploró Chan.

“Para un número creciente de personas son la forma más barata de llenar un estómago que tiene hambre”, subrayó la jefa de la OMS.

Una declaración política adoptada por los jefes de Estado y de gobierno de los 13 países miembros de la ONU se refiere en forma explícita al efecto nefasto de la sal, el azúcar y las grasas saturadas en los regímenes alimentarios.

Una fuente de la ONU, que no quiso revelar su identidad, subrayó que esta mención fue resistida por lobbies vinculados con esos productos.

De su lado, el ministro de Salud Pública uruguayo, Jorge Venegas, en representación de UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas), señaló que los países de la región colocan a la salud “por encima de los intereses comerciales” y trabajan para fortalecer “el acceso universal a los medicamentos sin ningún tipo de limitación o restricción a enfermedades específicas”.

“Consideramos que para tener éxito en la lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles es necesario el protagonismo de los Estados, coordinando todos los sectores y propiciando medidas promocionales y regulatorias”, agregó.

Por último, la primera dama Cecilia Morel señaló que Chile “presenta un claro incremento de enfermedades crónicas y de sus factores de riesgo”, por lo cual el gobierno de Sebastián Piñera ha lanzado una campaña que busca no sólo en tratar a quienes ya están enfermos, sino “mantener sanos a quienes todavía lo están”.

La reunión sobre enfermedades no transmisibles fue la primera de importancia en el marco de la agenda de la Asamblea General anual de la ONU en Nueva York.