“Mad Men”, un refinado retrato del mundo de la publicidad en los años 60, ganó su cuarto Emmy consecutivo como mejor serie dramática este domingo en la 63a entrega de los premios en Los Ángeles.

La serie logró batir a “Boardwalk Empire”, una sangrienta épica mafiosa ambientada en la era de la prohibición en los años 20, que pisaba fuerte tras cosechar en su primera temporada varias nominaciones.

No obstante, Martin Scorsese, ganador del Oscar y varias veces nominado a los premios de la televisión, consiguió su primer Emmy por la dirección de “Boardwalk Empire”, escrita por el mismo guionista de “Los Sopranos” (Terence Winter).

Kyle Chandler, que representa a un entrenador en la serie “Friday Night Lights”, sobre un equipo escolar de fútbol, fue quien se llevó el galardón como mejor actor dramático, arrebatándole una vez más el título a Hugh Laurie (“House”) y a Jon Hamm (“Mad Men”), que estaban nominados por sexta y cyarta vez respectivamente.

Es el primer Emmy para Chandler, que había sido nominado el año pasado por este papel y en 2006 por su rol de “Dylan” en “Grey’s Anatomy”.

Entretanto el venezolano Édgar Ramírez, nominado por su protagónico en la miniserie “Carlos” sobre el terrorista “Carlos el Chacal”, perdió ante Barry Pepper, de “The Kennedys”, una polémica historia sobre esa dinastía estadounidense.

La mejor actriz de miniserie fue la británica Kate Winslet, por su papel de atribulada madre soltera en los años 30 en “Mildred Pierce”.

“No pensé que fuéramos a ganar nada”, dijo Winslet después de una noche decepcionante para su producción.

La británica “Downtown Abbey”, sobre la lucha de clases antes de la Primera Guerra Mundial, se llevó el premio como mejor miniserie.