Al menos once personas murieron y otras 66 quedaron heridas en la explosión de una bomba frente a la Alta Corte de Nueva Delhi, en pleno centro de la capital india, apenas dos meses después de un triple atentado en Bombay que mató a 26 personas.

Según la policía, “aparentemente” la bomba fue colocada en una maleta cerca de una de las principales puertas de entrada al tribunal. El artefacto estalló cuando unas cien personas hacían cola en un mostrador.

“Once personas murieron y 66 quedaron heridas”, declaró un portavoz de la políca , Rajan Baghat. Un balance precedente daba cuenta de 10 muertos y 62 heridos.

La policía publicó el retrato hablado de dos sospechosos, dos jóvenes, elaborados sobre la base de declaraciones de testigos.

Los investigadores indios dijeron haber recibido un mensaje electrónico, supuestamente enviado por un grupo islamista del sur de Asia, en el que se reivindica el atentado.

La organización, que se presentó como el Harkat-ul-Jihad al-Islami (HuJI), es un grupo islamista vinculado a precedentes ataques perpetrados en el territorio indio.

El mensaje enviado a los medios indios, exige que la pena de muerte contra un indio de Cachemira, Mohamed Afzal Guru, sea anulada inmediatamente, “o bien atacaremos los tribunales mas importantes y la Corte Suprema india”.

En 2004, Afzal Guru fue condenado a la pena capital por su participación en un atentado contra el parlamento indio en 2001.

“Por ahora, sería prematuro comentar este mensaje electrónico, pero nos queda claro que hay que examinarlo cuidadosamente, ya que Harkat ul Jihadi (HuJI) es un importante grupo terrorista”, dijo a la prensa el director de la Agencia Nacional de Investigación, S.C. Sinha.

El primer ministro Manhoman Singh estimó que “este acto cobarde es de índole terrorista”, en declaraciones realizadas a la televisión desde Bangladesh.

“Es una larga guerra en la que todos los partidos políticos y el pueblo de India tienen que estar unidos para que logremos aplastar este flagelo terrorista”, afirmó.

Los alrededores del tribunal fueron acordonados por la policía mientras las ambulancias evacuaban a los heridos hacia un hospital de la capital.

“Más de cien personas estaban en la fila en la recepción”, contó una de ellas, Rahul Gupta, a la AFP. “Hubo una explosión tremenda y vi cantidad de gente en el suelo en medio de charcos de sangre”, agregó.

Rajesh Gupta, otro testigo, “estaba de pie frente al mostrador número cinco (…) cuando hubo una fuerte explosión justo detrás de mí”. “Me hirió en la mano. Mi colega sufrió graves heridas en la pierna y lo llevaron al hospital”, añadió este empresario de 45 años.

“Estaba lleno de gente. Había unas 200 personas”, dijo.

El pasado 13 de julio, India sufrió un triple atentado que causó 26 muertos y 100 heridos en Bombay, en el ataque más sangriento cometido en la megalópolis económica del país desde el atentado de militantes islamistas en 2008, en el que murieron 166 personas.

Es la segunda vez que la Alta Corte de Nueva Delhi es objeto de un atentado. En mayo pasado, una bomba de escasa potencia explotó en un aparcamiento cerca de la cafetería del tribunal, sin causar víctimas.

El año pasado se produjeron varios ataques con explosivos en India, todavía no elucidados. Uno de ellos, en febrero de 2010, dejó 16 muertos en Pune (oeste).