Los 14 abandonos por lesión que se han producido hasta este sábado en el US Open de 2011, marcan un récord para convocatorias del Gran Slam en la era de los torneos Abiertos, y desde tenistas hasta periodistas se preguntan cuáles son las causas de tantas lastimaduras.

El récord de lesionados para un torneo mayor lo compartían el Abierto de Australia de 2003 y Wimbledon 2008, según datos de la Federación Internacional de Tenis (ITF), que probablemente después de este rosario de disminuidos, decida abrir una investigación al respecto.

Hasta ahora el US Open neoyorquino había sido un torneo benigno en cuanto a lesiones. El pasado año sólo hubo 9 en los 15 días del evento, y en el 2010 la cifra quedó en cinco.

Este año, los fisioterapeutas han tenido que trabajar más que nunca, atendiendo a los tenistas en medio de los partidos para que puedan terminar su faena.

La italiana Francesca Schivonne necesitó de tres masajes en su espalda para ganar su encuentro de tres horas y tres sets ante la sudafricana Chanelle Scheepers.

A los 14 lesionados durante el torneo hay que sumar la deserción en segunda ronda de la estadounidense y dos veces campeona Venus Williams, y dos que no pudieron siquiera arrancar la competencia, como la belga Kim Clijsters y el sueco Robin Soderling.

Venus Williams, de 31 años, se marchó del torneo luego de ganar su primer partido, y revelar poco después que sufría del síndrome de Sjogren, una enfermedad autoinmune que causa fatiga y dolor de las articulaciones.

Clijsters ni siquiera pudo defender su título del pasado año, tras sufrir una lesión del músculo abdominal, mientras Soderling, que había sido ubicado como sexto sembrado en el cuadro masculino, se vio afectado por un virus gripal y una lesión de muñeca.

Para algunos, como el español Rafael Nadal, campeón defensor del Abierto neoyorquino, “el cargado calendario es uno de los problemas que tenemos, y que a mi entender causa que se lesione mucha gente”.

En una temporada que comienza en enero y termina en noviembre, con más de 100 torneos, los 10 primeros jugadores del ranking mundial están obligados a participar en los 4 eventos del Gran Slam -Abiertos de Australia, Francia, Wimbledon y Estados Unidos-, y los 9 del Masters 1000, porque si no los multan.

Otros como el serbio Novak Djokovic, número uno mundial, señalan a la pelota que se usa actualmente en el circuito como la responsable de las lesiones.

“Siento que es más dura. Uno se lo siente cuando tiene que recibir saques de más de 200 km/h”, explicó el ‘Nole’, quien antes del US Open se retiró de la final de Cincinnati por una molestia en el hombro derecho.

El argentino Juan Mónaco destacó que las causas de tal cantidad de lesionados pueden ser varias: “Desde el calor de las canchas, lo agotador de la temporada, hasta el cambio de pelota en este torneo”, apuntó.

“He oído a varios jugadores quejarse de la pelota, que les afecta el hombro y el codo, y la verdad que se hace extraño que en los Masters de Montreal y Cincinnati se juegue con un tipo de pelota y acá con otra”, añadió.

El único que parece imnune a las lesiones es el suizo Roger Federer, quien dice sentirse “impresionado” de la cantida de deserciones que se han producido este año.

“Para mí es impresionante ver tantos abandonos”, dijo Federer. “Nunca me he retirado en toda mi vida, excepto una vez cuando yo jugaba en contra de (James) Blake en París, pero ni siquiera salí a la cancha”.

“No importa lo mal que me sienta, voy a estar ahí y darme una oportunidad, porque nunca se sabe qué va a pasar”, aseguró.

El ‘Hombre de Hierro’, como ya comienzan a llamarle, se apega a lo dicho por el sueco Mats Wilander, ex tenista profesional y ahora comentarista de televisión, quien ganó siete torneos del Gran Slam, incluido el Abierto neoyorquino de 1988, y nunca se retiró de un torneo, en toda su carrera.

“Tienen que aguantarlo todo. Creo que el retirarse es una falta de respeto para el público, el deporte y todos los involucrados”, subrayó Wilander.