El movimiento islamista palestino Hamas e Israel se comprometieron este lunes a calmar la situación en Gaza, tras el anuncio de una tregua por parte de las milicias palestinas y la renuncia del gobierno de Benjamin Netanyahu a emprender una ofensiva terrestre.

Iniciada el jueves tras un triple atentado que dejó ocho muertos en el sur de Israel, la ola de violencia se ha cobrado 15 vidas y ha dejado unos 50 heridos del lado palestino, y un muerto y 18 heridos del lado israelí.

En las últimas horas descendió de forma pronunciada el número de proyectiles lanzados desde la franja de Gaza a Israel.

Una portavoz de la policía israelí, Luba Samri, dijo a la AFP que siete cohetes fueron lanzados desde Gaza desde el anuncio de un acuerdo de tregua “informal” el domingo, precisando que los disparos no provocaron ninguna víctima, aunque un edificio en el sur de Israel fue dañado.

El ejército israelí no llevó a cabo ningún bombardeo aéreo en la noche del domingo al lunes, aseguró un portavoz militar.

El gabinete de seguridad presidido por el primer ministro Benjamin Netanyahu decidió en una reunión “de urgencia” convocada a las tres de la madrugada (00H00 GMT) no lanzar ninguna operación terrestre militar en la franja de Gaza, según la radio militar.

“El gabinete tomó la decisión para no desencadenar manifestaciones masivas en Egipto susceptibles de desestabilizar al régimen en El Cairo y para no perjudicar los intereses de Israel en el extranjero ante la próxima demanda palestina de adhesión de un Estado palestino a la ONU en septiembre”, destacó la emisora.

La reunión de urgencia fue convocada horas después de que los principales movimientos palestinos en Gaza, según Hamas, llegaran a “un acuerdo informal para instaurar una tregua con la condición de que Israel cese sus ataques”.

Según un dirigente de Hamas, la tregua debía empezar el lunes, pero la policía (de Hamas) “recibió el domingo por la noche la orden de cesar los disparos contra Israel”.

En un comunicado, los Comités de Resistencia Popular (CRP), un grupo radical basado en Gaza, anunciaron el lunes un “alto el fuego provisional”.

Israel acusó a los CRP de estar directamente implicados en los ataques del jueves que dejaron ocho israelíes muertos en la región de Eilat, cerca de la frontera egipcia.

Los CRP “celebraron” los atentados, pero negaron su vinculación.

El anuncio llegó tras los contactos entre ambas partes moderados por Egipto para conseguir que la calma volviera a la región.

Según responsables de los servicios de seguridad palestinos en Gaza, en las carreteras han sido colocadas barreras y la policía de Hamas controla los vehículos que circulan por la zona fronteriza con Israel.

El pasado mes de abril se registró otra escalada de tensión entre Israel y las organizaciones paramilitares en Gaza, que desencadenó el lanzamiento de 140 proyectiles y dejó 18 palestinos muertos, después de un atentado perpetrado contra un autobús escolar en el que falleció un adolescente israelí.