Una reestructuración de la deuda griega tendría consecuencia negativas, incluso para otros países europeos, y relegaría la nota de Grecia a la categoría “C”, último escalón antes de la cesación de pagos, estimó la agencia de calificación Moody’s en un informe publicado el martes.

Una cesación de pagos, equivalente a una reestructuración de deuda, según la agencia, “provocaría muy probablemente que la nota de Grecia por un largo periodo fuera relegada a la categoría ‘Ca’ o ‘C’”, aseguró Moody’s en este informe.

La deuda griega a largo plazo tiene actualmente la nota “B1″ de Moody’s, que anunció a principios de mes que planeaba degradarla de varios escalones en las próximas semanas.

Los bancos griegos, los principales poseedores de títulos de la deuda griega, se verían afectados en la medida en que probablemente se les pida soportar una parte de esta reestructuración, lo que afectaría sus balances, según Moody’s. En este caso, su nota también podría relegarse a la categoría “C”.

En cambio, si los bancos griegos están recapitalizados y que el Banco Central Europeo tiene que seguir dándoles liquidez, su nota no se vería afectada. Pero Moody’s juzga este escenario menos probable que el anterior.

De manera general, la agencia de calificación estima que un default de Grecia, equivalente a una reestructuración de su deuda, según ella, tendría incidencias negativas para la nota del país, pero también “probablemente para la de los países europeos más frágiles y para los bancos griegos, sean cuales fueren los esfuerzos para lograr una reestructuración ‘ordenada’”.

“En lo que concierne la nota de los países europeos más frágiles, Moody’s estima que su nota se vería afectada en todos los casos, sin importar los diferentes tipos de default que Grecia podría tener”, señala el informe.

Luego de haberlo excluido categóricamente durante meses, varios responsables europeos evocan ahora una reestructuración de la deuda griega, a menudo tabú en Europea. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, la calificó como una “reestructuración suave” con un reescalonamiento de los vencimientos.

El presidente de la Unión Europea, Heman Van Rompuy, se opuso sin embargo este martes a toda forma de reestructuración, incluso si toma la forma de un reescalonamiento de los vencimientos de deuda.