Las autoridades estadounidenses abrieron este sábado un canal de desvío del río Misisipi, en Luisiana (sur), para intentar evitar la inundación de Nueva Orleans, seis años después del devastador paso del huracán Katrina.

Un grupo de ingenieros del ejército estadounidense abrieron el canal de desvío de Morganza en Luisiana, para evitar que “un muro de agua”, según los términos que empleó el gobernador de este estado, Bobby Jindal, se estampe contra los miles de habitantes instalados a lo largo del río Atchafalaya.

La apertura del canal de desvío de Morhanza podría provocar la inundación de 1,2 millones de hectáreas de tierras agrícolas y pequeñas aglomeraciones rurales, pero permitiría salvar a Nueva Orleans, que apenas se recupera de los desastres que provocó el huracán Katrina, ocurrido a finales de agosto de 2005.

El canal de desvío fue abierto cuando el caudal del río alcanzó los 42.500 metros cúbicos por segundo. Es la segunda vez que se abre este canal por emergencia desde su construcción, en 1954.

Si se abrieran todos los canales del río, el flujo alcanzaría un caudal de 17.000 metros cúbicos por segundo, lo que representa tres veces el volumen de agua que cae diariamente de las cataratas del Niágara.

El canal de desvío se abrió para evitar la formación de un caudal de magnitud devastadora, y deja pasar unos 280 metros cúbicos por segundo. Uno o dos canales más podrían ser abiertos el domingo.

Las inundaciones en el centro de Estados Unidos son las peores registradas en más de 70 años. Destruyeron miles de casas, granjas y vías de comunicación en Illinois, Misuri, Kentucky, Tennessee y Misisipi.