El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida ha jugado un papel importante en el cambio climático y en el aumento de las lluvias en el hemisferio sur en los últimos 50 años, dijeron científicos.

Los resultados obtenidos por el equipo de la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada de la Universidad de Columbia son los primeros que vinculan la disminución de la capa de ozono sobre la zona polar con el cambio climático hasta la línea de ecuador.

Investigadores dijeron que el análisis debería conducir a los responsables políticos a considerar el debilitamiento de la capa de ozono junto a otros factores medioambientales, como el derretimiento del hielo ártico y las emisiones de gases de efecto invernadero, cuando estudien cómo combatir el cambio climático.

“Es sorprendente que el hueco de la capa de ozono, ubicado tan alto en la atmósfera sobre la Antártida, pueda generar un impacto que llegue a los trópicos y afectar allí las lluvias”, dijo Sarah Kang, principal autora del estudio publicado en la revista Science.

“Es como un efecto dominó”, explicó.

La capa de ozono protege a la Tierra de los rayos ultravioleta nocivos del Sol, responsables del cáncer de piel y del debilitamiento del sistema inmunológico.

“Este descubrimiento podría revolucionar la estrategia de lucha contra el calentamiento global (…), ya que el hueco en la capa de ozono es un factor importante en el sistema climático del planeta”, estimó Lorenzo Polvani, profesor de ciencias medioambientales de la Universidad Columbia y quien dirigió la investigación.

Los científicos señalan que el hueco en la capa de ozono, descubierto en los años 80, se debe al excesivo uso de aerosoles con clorofluorocarbonos (CFC). Desde que 196 países firmaron el Protocolo de Montreal en 1989, la mayoría de la producción de CFC en el mundo se detuvo. Los expertos calculan que el hueco se cierre a mediados de este siglo.