El gobierno iraquí reaccionó este jueves al anuncio de la ONU de que 34 personas murieron en el campamento de Ashraf, acusando a los guardias de los opositores iraníes residentes allí de haber matado a quienes querían escapar.

“Investigaremos el caso, pero nuestras fuerzas de seguridad piensan que esto (los muertos) ha sido obra de sus guardias (de los Muyahidines del Pueblo), que mataron a quienes querían escaparse. Ya cometieron actos idénticos en el pasado”, declaró a la AFP Ali Dabagh, portavoz del gobierno iraquí.

Poco antes, Farhan Haq, portavoz adjunto de la ONU en Nueva York, dijo: “Estamos al corriente de la presencia de 34 cadáveres en el Campo de Ashraf y alrededores. Esperamos obtener más detalles más adelante”.

El ataque del ejército iraquí en el campo de Ashraf (a 80 km al norte de Bagdad), donde residen opositores al régimen islámico de Teherán, se produjo el 8 de abril. Las fuerzas de seguridad iraquíes hicieron hasta ahora un balance de tres muertos.

El gobierno de Bagdad quiere cerrar el campo de Ashraf, donde viven los Muyahidines del Pueblo iraníes, opositores al régimen islámico de Teherán presentes en Irak desde 1981 por invitación del difunto dictador Sadam Husein.