¿A qué padre o madre no le ha pasado que mientras realiza las compras en el supermercado en compañía de su hijo, el pequeño se queda pegado en algún producto y hace un “numerito” hasta que se lo compran?. Si este es tu caso, entonces presta atención.
Según publicó ABC, la mejor estrategia para terminar con las pataletas de los niños es mantener la calma e ignorarlos. Así es, pues la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (AEPap) recomendó a los padres no perder el control, aunque sea complicado. Y agregó que gritar, regañar o incluso intentar razonar con el pequeño no solucionará nada, menos lo hará concederle lo que pide o premiarle si deja de llorar, porque de esta manera sólo aprenderá que así consigue lo que desea.
Asimismo, se debe tener en cuenta que las rabietas son habituales en los niños de 1 a 3 años, ya que comienzan a presentar deseos de autonomía, pero que se ven frustrados por las limitaciones que les imponen sus padres. Otras circunstancias que también facilitan su aparición, son el sueño, el hambre o estar enfermo.
Prevención
Ahora, si no quieres vivenciar estas pataletas, es mejor prevenir. Es por eso que cuando tu hijo comience con la rabieta, podría funcionar distraerle con otra actividad u objeto. Si esto no funciona, adopta una actitud indiferente hacia él.
Sobre esto, el pediatra Miguel Ángel Fernández-Cuesta Valcarce manifestó que “el niño pretende llamar la atención y, si se le hace caso, aunque no consiga aquello que motivó el berrinche, de algún modo habrá salido ganando y, sin querer, podemos reforzar ese comportamiento, o sea le “enseñaremos” a tener más rabietas”.
En tanto, si el menor hace una pataleta en un sitio público, es recomendable acompañarlo a un lugar con menos afluencia y, si se comporta violentamente, puede sujetarlo pero sin hablarle ni mirarle. Cuando se tranquilice, no es aconsejable castigarlo, sino mostrarle afecto y seguridad, explicándole que esa actitud no está bien, indicó Fernández-Cuesta.
Ten presente, además, que los niños son perfectos imitadores en esta etapa, por lo que si observan a sus padres discutiendo y gritando, harán lo mismo cuando se enfaden. Por esta razón, se sebe evitar este comportamiento frente de ellos.