Los meteorólogos advirtieron el viernes que la lluvia no va a dar tregua en los próximos días y las autoridades alertaron del peligro de nuevos deslizamientos en la región de Rio de Janeiro donde el agua provocó el miércoles la muerte de más de 500 personas.

“Las lluvias van a continuar al menos hasta el miércoles de la próxima semana en la región serrana de Rio de Janeiro. La previsión es de una lluvia débil pero continua, lo que es malo porque favorece nuevos deslizamientos”, informó el viernes en entrevista a la AFP el jefe del Centro de Previsión del oficial Instituto Nacional de Meteorología brasileño, Luiz Cavalcanti.

“Una lluvia débil y continua es muy peligrosa para los deslizamientos” porque se acumula en el terreno hasta que la tierra no consigue absorber más, no resiste el peso y se desploma ladera abajo, explicó el meteorólogo, quien advirtió a la población que no vuelva a sus casas en áreas de riesgo.

Además, indicó que “eventualmente el domingo puede volver a llover fuerte”.

Las autoridades y la Defensa Civil hicieron insistentes llamados a la población para que no vuelvan a sus casas en las áreas de riesgo, ante el peligro de nuevos deslizamientos.

La lluvia que no ha dado tregua en los últimos tres días también está dificultando el acceso a áreas aisladas en medio de la tragedia y el rescate de las víctimas.

“La previsión de lluvias no es tranquilizadora”, advirtió el jueves el gobernador de Rio, Sergio Cabral, en rueda de prensa junto a la presidenta Dilma Rousseff.

El gobernador llamó a la población a dejar sus casas en las montañas y zonas de peligro, “porque hay áreas donde hay riesgo de deslizamientos, de desbordamiento de ríos, y ese es un llamamiento que hacemos en función de una previsión para los próximos días que no es tranquilizadora”, dijo.

Miles de personas perdieron o tuvieron que dejar sus casas por causa de la tragedia en la región de montaña 100 km al norte de Rio de Janeiro, donde gimnasios, Iglesias y otros locales públicos actúan como centros de refugio y acogida de donativos.

Torrenciales lluvias provocaron la madrugada del miércoles aludes de tierra y agua así como el desbordamiento de ríos en cuatro municipios de la región, con un saldo que ya se eleva a más de 500 muertos y que no para de crecer hora a hora a medida que se encuentran más cuerpos.

Lo que ocurrió la madrugada del miércoles “fue un volumen de agua muy grande en un único día: 136 milímetros, es decir, prácticamente llovió en un día el volumen previsto en un mes”, dijo Cavalcanti, quien atribuyó la situación al fenómeno “La Niña, que aumenta las lluvias en todo el sureste de Brasil”.

“Tras días lloviendo continuamente, en ocho horas llovió lo previsto para todo el mes y eso provocó avalanchas con piedras y tierra, que fueron ladera abajo, llevándose las casas por delante”, explicó a la AFP el coordinador del laboratorio de Hidrología de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Paulo Canedo.

“Esas avalanchas arrastran una masa muy pesada -tierra, agua y piedras-, con una gran velocidad, que se traduce en una capacidad de arrastre muy grande”, narró Canedo para explicar la devastación.