Molestia causó el permiso indiscriminado a los vendedores ambulantes que por estos días copan las calles del centro de Concepción. El Gobernador declaró que el actuar del municipio penquista, organismo que entregó las autorizaciones, no responde al plan de control acordado con el Gobierno.

Una entrega de permisos provisorios para la instalación de vendedores ambulantes durante las fiestas de fin de año no son novedad para los transeúntes que a diario caminan por un paseo peatonal que de paseo no tiene nada.

Las calles copadas de puestos de venta de diversos artículos, desde calzoncillos hasta toallas playeras, no había sido visto por las autoridades de Gobierno, pero en una caminata casual, el gobernador Carlos González pudo constatar que el plan de seguridad no tiene concordancia con el actuar del municipio que otorgó permisos masivos.

Por su parte, el concejal Patricio Lynch llegó a pedir disculpas por el escenario del centro penquista, debido a que aseguró que los concejales no tuvieron trascendencia alguna en la determinación del alcalde Patricio Kuhn, a quien acusó de encabezar un desgobierno con sus desiciones autoritarias.

El Gobernador lamentó que los esfuerzos de la mesa de seguridad que consiguió mayor contingente policial instalado en cada esquina de Concepción, se vean empañados por una sensación de inseguridad que provocan los ambulantes desordenados y en multitud emplazados en la calle.