Cada vez falta menos, y la cuenta regresiva esta cerca de llegar a cero. Las fechas están encima y llegó la hora de partir. Los 23 jugadores, más el cuerpo técnico encabezado por Marcelo Bielsa, llegaron hasta el aeropuerto de Pudahuel para embarcarse hasta Sudáfrica, paray representar a Chile en una nueva Copa del Mundo.
Minutos antes de las 20 horas el bus de la “Roja” salió desde Juan Pinto Durán, con miles de hinchas esperando ver por última vez a sus ídolos, y manifestar la esperanza, el deseo, de que lleguemos lo más arriba posible, y porque no traer la copa a casa.
Mientras avanzaba por las calles de la capital, el bus era saludado por muchos otros chilenos que salieron a desear suerte a la selección, y otros lo hacían en sus vehículos.
En el Aeropuerto, más de 3 mil hinchas llegaron para dar el adiós a la selección, dejando en claro la fe en lo que puede hacer Chile en este mundial, porque a pesar de la historia de derrotas este equipo nos ha demostrado que puede ser cambiada.
Los “guerreros” de Bielsa no lo podían creer. Desde el móvil sacaban fotos y grababan las muestras de cariño de la gente, para inmortalizar un momento que quizás nunca más se vuelva a repetir en sus vidas.
Al bajar del bus e ingresar al aeropuerto, el Orfeón de Carabineros puso la música. Uno a uno pasaban los seleccionados bajo los sones de la cueca “Adiós, Santiago querido”, y con la multitud gritando incansablemente.
La banda finalizó con el himno nacional, desapareciendo en medio de las instalaciones del terminal aéreo y listos para abordar la nave que los llevará hasta tierras africanas.
¿Esperanza? Puede ser. ¿Fe? Nunca la hemos perdido. Lo cierto es que Chile se va a Sudáfrica con el enorme cariño de la gente, esa que llena estadios no importa la posición en la tabla, y que es capaz de dejar todo para apoyar a la “Roja”. En eso, somos campeones mundiales.