En estado grave permanece Mikaela Sandoval, la menor de tres años que fue retrasplantada de hígado, esta vez con parte del órgano de su madre. Una operación que se prolongó por varias horas y que concluyó en horas de esta tarde.

Siete horas en total sumaron las dos cirugías casi simultáneas practicadas a Mikaela y su madre Jessenia Aguilera, esta última donante de parte de su hígado para salvar la vida de la menor.

La niña se encontraba al borde de la muerte luego que el trasplante practicado el día miércoles, para superar una hepatitis fulminante, fuera rechazado. Por ello es que los médicos del hospital Luis Calvo Mackenna optaron por la arriesgada decisión de tomar el 20% del órgano de su madre.

Aún cuando la cirugía fue considerada exitosa, en el caso de Mikaela, su evolución debe evaluarse por al menos un mes. En tanto, su madre deberá también permanecer hospitalizada por al menos una semana.

El director del hospital Luis Calvo Mackenna, Osvaldo Artaza recalcó que la opción de un donante vivo es compleja por los riesgos que tiene tanto para la madre como para la hija.

A la vez subrayó un hecho preocupante, como que en menos de cuatro meses de este año 2010 se han realizado 12 trasplantes por hepatitis fulminante, alcanzando el periodo anual de estas operaciones.

Por ahora la familia de Mikaela y Jessenia mantienen la esperanza de la recuperación de ambas y para el equipo médico la principal preocupación es que la menor no rechace el nuevo implante.

Tanto la niña como su progenitora deberán esperar algunas semanas para salir de una condición delicada de salud.