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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La selección de Cuba logró un histórico empate ante Italia en el Mundial Sub 20, remontando un marcador adverso de 0-2 con goles de Michael Camejo de penal. La expulsión de Jamal en el primer tiempo cambió el rumbo del partido a favor de los cubanos. Tras el emocionante empate, los jugadores celebraron en el campo con lágrimas y gritos de alegría, demostrando su determinación.

Historia en el Mundial Sub 20. La selección de Cuba consiguió el pasado miércoles un ‘aguerrido’ empate ante su similar de Italia, actual subcampeón planetario de la categoría.

El cuadro isleño empezó el juego dos tantos abajo por las anotaciones de Andrea Natali (14′) y Jamal Iddrissou (31′). Sin embargo, en los descuentos del primer tiempo ocurrió una situación que cambió todo en Valparaíso: la expulsión precisamente de Jamal.

Con un hombre más, el conjunto cubano se animó en el estadio Elías Figueroa. Adelantó sus líneas, modificó su estrategia y pudo rescatar un punto gracias a los goles de Michael Camejo (70 y 87′). Ambos de penal.

Tras el partido se vivieron, posiblemente, las escenas más emotivas de lo que va del torneo. Conscientes del batacazo que habían protagonizado, los jugadores de Cuba ‘reventaron’ sobre el césped.

Algunos se tiraron al piso, como incrédulos de lo ocurrido. Otros lloraron de alegría y también hubo algunos que empezaron a motivar a sus compañeros: “¡Esto es Cuba! ¿Tenemos o no tenemos fútbol?”, se escuchó.

Consignar que el positivo resultado le permite a los caribeños seguir soñando con la clasificación. En la última fecha deben vencer a Australia y esperar que Argentina supere a los europeos.