Una pared lisa y muy blanca, más un niño con un lápiz, puede ser una combinación peligrosa. En ellas inevitablemente verán un lienzo listo para expresar todas su creatividad.

Muchos padres podrían poner el grito en el cielo si sus niños llegan a rayar una pared, porque a veces eso implica pintarla toda de nuevo, pero a otros quizás se lo tomen como más humor.

Por eso, la madre canadiense Kim Massicotte decidió reaccionar de forma distinta al encontrar una pequeña casita pintada con rotulador verde en uno de los rincones de su casa.

Su marido, Eric Massicotte, compartió en Twitter la ocurrente idea que su esposa tuvo ante el pequeño incidente doméstico, quien en lugar de poner el grito en el cielo, optó por enmarcarlo como si fuera la pieza de un museo.

“Tus hijos van a hacer cosas que no deberían. Ayuda si estás casado con alguien con sentido del humor”, escribió junto a la foto que ya ha sobrepasado los 126 mil retuits y los 311 mil me gusta.

Massicotte publicó las imágenes el 14 de noviembre y su publicación ha sobrepasado los 123.000 retuits y los 300.000 favoritos, consignó el portal informativo en español, Huffington Post.

Y este fue el título junto a la obra de arte en la casa de los Massicotte:

R. C. Massicotte (nacido en 2011)
Casa interrumpida, 2017
Rotulador sobre pintura acrílica
Regalada a sus padres por sorpresa el 13 de noviembre.