El único seremi que falta por nombrar en la región del Bío Bío es el de Salud, lo que generó la crítica generalizada de los gremios que advierten una negociación política más que una real importancia en esta materia por parte del Gobierno.

Las negociaciones se intensificaron el domingo y lunes para convencer al actual concejal de Renovación Nacional (RN), Héctor Muñoz, de aceptar encabezar la Seremi de Salud.

El cupo es de ese partido y según fuentes de Radio Bío Bío, el químico farmacéutico cumplía con el perfil esperado por la actual administración.

Sin embargo, en las dos ocasiones dijo que no, lo que algunos atribuyeron a que él esperaba un cargo más político dentro del Gabinete Regional.

Mientras que él, junto a otras personas, lo asociaron a un tema de carácter familiar, por lo que agradeció finalmente la confianza del intendente Jorge Ulloa y declinó asumir esa responsabilidad.

Hoy, la máxima autoridad de la región atribuyó a una “cuestión administrativa” la falta de una figura para Salud.

Con esto, el cupo queda vacante y sin nadie en el horizonte, en momentos en los que se desarrolla la campaña de vacunación contra la influenza y hay que coordinar, especialmente en lo técnico y en lo comunicacional, las políticas que el Estado tiene calendarizadas para cada año.

La ausencia de una figura en la Torre O`Higgins de Concepción, también ha sido criticada por los gremios, que advierten una falta de prolijidad y derechamente una pelea al interior de los partidos de Gobierno.

Germán Acuña, presidente del Colegio Médico Regional Concepción, espera que la demora no se deba a peleas al interior del Ejecutivo regional. “Significaría que esto es un botín y eso nos parecería lamentable”.

El presidente subrogante de la Fenats Regional, Edgardo Jarpa, coincide y asegura que es “una mala y preocupante señal”, considerando los problemas que viene arrastrando el sector desde hace años.

A lo anterior se suma el hecho que cuando existe una real preocupación por un área de la administración pública, las cosas se hacen con tiempo.

Dicho escenario plantea interrogantes como si habrá negociación política, se está en la búsqueda de los mejores o sólo eligiendo a los menos malos, no hay gente, tal vez el encuadramiento partidista hace imposible sostener a los buenos.

A fin de cuentas, son preguntas cuya respuesta es irrelevante desde la perspectiva de la política pública porque la consecuencia es la misma, con una Seremi acéfala, sin conducción ni contraparte del Gobierno de Piñera en pleno proceso de instalación.