El exministro de Justicia, Jaime Campos se refirió a la información que lo vincula a él uno de los responsables de no haber cerrado el penal Punta Peuco en la administración anterior.
Esto luego que se diera a conocer que la exautoridad no habría querido visar un documento que contaba con la firma de la expresidenta Michelle Bachelet y con el visto bueno del extitular de Defensa, José Antonio Gómez, para trasladar a los reclusos a Colina I.
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Consultado por nuestro medio asociado, CNN Chile, Jaime Campos aseguró que al Ministerio de Justicia nunca llegó algún decreto para firmar, esto luego que también trascendiera que Bachelet había enviado el texto para que él estampara la rúbrica.
Sin embargo, según información de La Radio, hace dos semanas la exmandataria le habría manifestado a Jaime Campos su decisión de trasladar a los reos del recinto penitenciario a otras cárceles, pero el entonces titular de Justicia habría desetimado elaborar el texto.
El exministro de Justicia habría tomado esa decisión luego que tuviera algunas discrepancias con su jefa, Michelle Bachelet. Por esa misma razón, Jaime Campos tampoco habría aprobado los indultos al ex frentista Jorge Mateluna y a Támara Sol Farías, sobrina de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara asesinados en 1985.
Desde la oposición solicitaron que se aclare esta posible falta de voluntad del otrora secretario de Estado. El secretario general del Partido Comunista, Juan Andrés Lagos, dijo que esperan una versión oficial del gobierno saliente.
Similar percepción tuvo el presidente del Partido por la Democracia, Gonzalo Navarrete, quien dijo desconocer mayores antecedentes.
En tanto, el timonel del Partido Radical, Ernesto Velasco, comentó que los ministros de Estado deben responder a la confianza del presidente y ejecutar sus decisiones.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, dijo no creer en la posible falta de voluntad del exministro Campos.
La intención de Michelle Bachelet ya contaba con un avance en materia de gestiones logísticas para concretar el traslado de algunos reos de Punta Peuco, lo que incluía adaptaciones en recintos como Colina I. La idea además era transformar el penal en una cárcel para personas enfermas o embarazadas.
