Hasta el salar de Llamara llegaron autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, de la Municipalidad de Pozo Almonte y consejeros del CORE de Tarapacá, para evidenciar el daño medioambiental en esta reserva natural explotada por la empresa Soquimich (SQM).

Hace pocos días la Superintendencia de Medioambiente rechazó el programa de cumplimiento que Soquimich presentó luego de las denuncias que presentó el Consejo Regional de Tarapacá.

Al respecto, el seremi de Medio Ambiente, Patricio Villablanca, destacó que “el objetivo es preservar este espacio para las generaciones futuras, y ojalá poder iniciar los estudios desde la región, para poder determinar su valor real y cuáles son las potencialidades que tiene, tanto para el desarrollo de la región, como para el estudio y la investigación de las universidades regionales”.

Y es que según acusaron las autoridades, se ha producido un serio daño al ecosistema de esta reserva natural y única al interior de la región, en medio de la Pampa del Tamarugal, donde SQM no cumplió los procesos de extracción de agua subterránea en la cuenca del salar, zona que estratégica para sus faenas de extracción de yodo de Nueva Victoria y Pampa Soledad.

Lo anterior, porque dicha actividad considera el bombeo de agua subterránea desde el acuífero del Salar de Llamara, destaca la Superintendencia. Para mitigar el impacto de esta actividad, se estableció que la empresa debía instalar una barrera hidráulica y un Plan de Alerta Temprana.

Nueva Victoria –o Pampa Hermosa– es una de las principales plantas de SQM. De ésta dependen las producciones de yodo y nitratos, a la que la Superintendencia del Medio Ambiente le formuló cargos por una larga cadena de irregularidades por las que, eventualmente, podría verse impedida de seguir explotando el salar de Llamara.

A esto se suma una nueva denuncia del Municipio de Pozo Almonte en el Juzgado de esa comuna, en un caso en donde el juez se inhabilitó, por lo que se espera que se traspase a un tribunal superior.

Según la memoria del año pasado de la minera no metálica, su producción de yodo fue de 10.309 toneladas métricas. De esta cifra, 7.462 toneladas métricas corresponden a Nueva Victoria e Iris, ubicadas en la cuenca del Salar de Llamara.

La capacidad de producción esperada de Nueva Victoria es de hasta 11.000 toneladas métricas de yodo por año y 1,2 millones de toneladas métricas de nitratos, más 33 millones de toneladas métricas de caliche anuales. Actualmente, Nueva Victoria tiene capacidad productiva de aproximadamente 9.000 toneladas métricas por año de yodo -incluyendo las operaciones de Iris- y 700.000 toneladas métricas de nitratos por año.

Salar de Llamara | Cristian Núñez | RBB
Salar de Llamara | Cristian Núñez | RBB