La ANEF y la CUT se sumarían al paro de los funcionarios del Servicio de Aduanas ya que el Gobierno le cerró la puerta a una de las exigencias de los trabajadores para retomar el diálogo: la presencia del Ministerio del Interior como garante de un eventual acuerdo.

La exigencia responde al incumplimiento de las autoridades de Hacienda del protocolo firmado en noviembre del año pasado, donde se comprometió a incrementar la dotación de planta del servicio a 1.700 personas a contar del uno de enero de 2018. El Gobierno propuso un aumento paulatino que podría terminar en 2022, lo que originó la paralización que hoy cumple una semana.

La demanda de los empleados aduaneros es “inaceptable” aseguró el ministro Mario Fernández.

Hasta el momento, sólo se desarrollaron conversaciones informales entre la directiva de los funcionarios de Aduanas y el Ejecutivo. El Gobierno ofrece diálogo sólo si los trabajadores deponen la movilización que ha ralentizado el flujo de personas y mercancías.

Las autoridades de Aduanas y de La Moneda han señalado que el plan de contingencia ha funcionado correctamente.

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Sin embargo, la movilización se podría intensificar, ya que la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, la ANEF, y la Central Unitaria de Trabajadores, la CUT, se podrían sumar a la movilización.

Los trabajadores públicos resolverán, en asamblea de presidentes y delegados, qué tipo de apoyo entregarán a los trabajadores de Aduanas; la CUT hará lo propio con su nueva directiva.

El paro nacional de Aduanas cumple su octava jornada este miércoles. El empresariado mira con inquietud la movilización mientras el presidente de la Sofofa, Hermann von Muhlenbrock, proclamó que “preocupan las graves consecuencias que este tipo de acciones generan en el país y sus empresas, ya que deterioran fuertemente nuestra imagen en el exterior”.

Dirigentes han comentado que durante la tarde se podría materializar un acercamiento formal con el Gobierno, por el momento sólo posturas que se mantienen distanciadas.