La ciudad de Arkansas quedó impactada por el caso de una niña de dos semanas de vida, quien fue encontrada con más de 100 mordeduras de ratón en mayo pasado.

Casi un año después, los padres de la lactante, Erica Shryock (18) y Charles Elliott (19), fueron declarados culpable y sentenciados a cinco años de prisión.

Según el diario norteamericano New York Post, la niña tenía mordeduras en todo su cuerpo e incluso necesitó de una cirugía de reconstrucción facial, ya que los roedores dejaron una herida de más de dos centímetros en la frente de la bebé, la cual dejaba al descubierto su cráneo.

La pareja entregó diferentes versiones de los ocurrido a la policía. El padre aseguró que escuchó a la bebé gritar cerca de las cinco de la mañana, mientras que madre dijo que fue cerca de las 07:30 horas que notó que algo le pasaba a su hija.

Modal Trigger Parents of newborn covered with 100 rat bites sentenced Columbia County Sheriff's Office
Modal Trigger Parents of newborn covered with 100 rat bites sentenced
Columbia County Sheriff’s Office

La prensa aseguró que esperaron durante varios minutos a la madre de Elliott antes de llevar a la niña al hospital en busca de atención.

La policía investigó el hogar de la familia, el cual compartían con un compañero, y encontró un sombrero y manta empapados en sangre en la cuna de la menor de edad, además vieron huellas y excremento de ratas en toda la casa.

El diario norteamericano también aseguró que la madre había usado durante esa semana drogas como marihuana y marihuana sintética, además de metanfetaminas y una mezcla de otros medicamentos prescritos.

Por su parte, el padre aseguró haber fumado marihuana y haber usado metanfetaminas y marihuana sintética durante ese año.

La pareja también aseguró que conocían los problemas de ratas que existía en su hogar, sin embargo, no hiciera nada al respecto.

La infancia de los padres tampoco fue fácil pues crecieron en hogares donde reinaba la violencia, e incluso ella fue abusada sexualmente.

La pareja tiene dos hijas más, quienes fueron relocalizadas con otras familias, mientras que la más pequeña fue adoptada y hoy se encuentra en mejores condiciones.