El Partido Socialista conmemora su 85° aniversario reafirmando su condición de Partido popular y de los trabajadores, animado irrevocablemente en los principios libertarios y de justicia social que inspiraron a sus fundadores.

Fueron tales valores los que le permitieron resistir la dura y cruenta represión de la dictadura de Pinochet, y luego tener la firmeza y claridad para ir consolidando el proceso de reimplantación de la democracia y avanzar en las condiciones sociales, políticas y culturales que posibilitaran enfrentar la aguda desigualdad heredada por la recién reinstalada democracia después del largo periodo de dominación del régimen dictatorial.

Ello permitió que los presidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet llevaran a cabo sus labores de gobierno con una amplia mayoría nacional que les respaldó y posibilitó ir superando paso a paso los enclaves autoritarios y caminar en mayores grados de derechos y libertades, ampliando las barreras de lo posible, aislando los grupos de derecha más recalcitrantes y logrando que maduraran las condiciones para levantar un país solidario y digno.

No obstante, reformas constitucionales pendientes, tareas inconclusas y divisiones en el campo democrático abrieron la puerta para que la derecha retomara el poder en las elecciones de diciembre pasado y Sebastián Piñera se instaló en La Moneda el reciente 11 de marzo.

Ante ello, ha sido muy fuerte la tentación de caer en recriminaciones, pero eso no tiene mayor sentido. No hay que llorar sobre la leche derramada. Ahora hay que unirse, cerrar filas y hacerse cargo del desafío que significa un gobierno de derecha que ha tomado la iniciativa y mantiene un buen grado de respaldo social.

En este marco, la Conferencia de Organización y Programa convocada para fines de Junio es un primer paso para el amplio intercambio de opiniones que se debe desarrollar, inmediatamente después serán las deliberaciones de nuestro Congreso General ordinario las que deberán servir para esclarecer las tareas colectivas del Partido, definir la línea política y mirar el futuro. Esto significa dialogar y discutir en un clima fraterno, colocando el acento en lo que une y no en lo que divide.

Lo importante es que hay motivos suficientes para perseverar en nuestra conducta de unidad y lucha, la que nos ha distinguido en nuestros fecundos 85 años de existencia y retomar para Chile la senda de justicia social, probidad en el servicio público y de transformaciones sociales en democracia, pluralismo y libertad, como nos enseñó el compañero Salvador Allende, rindiendo el justo homenaje que mártires merecen.

Camilo Escalona Medina
Vicepresidente Nacional
Partido Socialista de Chile