Radovan Karadzic, ex jefe político de los serbios de Bosnia, afirmó el martes en ocasión de una presentación de su defensa ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) que hizo todo lo posible para “evitar la guerra” en Bosnia.

“No debería ser acusado, debería ser recompensado por todas mis buenas acciones: hice todo lo humanamente posible para evitar la guerra y reducir el sufrimiento humano”, declaró.

“Nadie pensó que habría un genocidio en Bosnia”, declaró en La Haya, sede del TPIY, agregando que él es un hombre “dulce, tolerante, con una gran capacidad de comprensión de los otros”.

Karadzic, de 67 años, está acusado de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra durante la guerra de Bosnia (1992-1995) durante la cual murieron unas 100.000 personas, y tiene que responder, entre otras cosas, de la masacre de Srebrenica de julio de 1995, la más importante en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, en la que 8.000 personas fueron masacradas.

Según el acta de acusación, Karadzic intentó “expulsar para siempre a los musulmanes y croatas de Bosnia de los territorios reivindicados por los serbios de Bosnia”.

Para defenderse, Karadzic dispone de 300 horas acordadas por los jueces, un tiempo idéntico al que tuvo la acusación, y cuenta presentar a 300 testigos.