El Senado de Brasil aprobó este jueves la admisibilidad del impeachment en contra de Dilma Rousseff, suspendiéndola de su cargo por una plazo de 180 días.

La Cámara Alta tomó esta decisión en una jornada maratónica, que comenzó a las 10:00 horas de Chile del miércoles y que finalizó pasadas las 06:00 del jueves. En la ocasión, 55 senadores votaron a favor del impeachment y 22 en contra.

De esta forma, el vicepresidente Michel Temer, calificado como un “enemigo” y un “traidor” por Rousseff, asumirá las funciones de presidente los próximos 180 días.

Durante el plazo de suspensión, Rousseff será sometida al juicio político, donde el mismo Senado deberá determinar si la presidenta es destituida de forma definitiva, aunque en esta instancia, la votación necesitará un quórum de 2/3 para que el impeachment sea ejecutado.

Debido a esta situación, la presidenta de Brasil anunció que hará una declaración pública a las 10:00 horas de Chile. Rousseff anunció los días previos a la sesión del Senado que no renunciaría.

Además, Rousseff tiene un plazo de 20 días para presentar su defensa ante el Senado.

“Crimen de responsabilidad”

La mayoría de los senadores que intervinieron durante la extensa sesión, acusaron un “crímenes de responsabilidad” en contra de la mandataria, que no tiene ninguna investigación judicial en su contra, a diferencia de la mayoría de los legisladores brasileños.

Rousseff no es objeto de ninguna acusación ni investigación por corrupción
, sino de haber maquillado el déficit presupuestario, lo que según sus detractores agravó la crisis económica del país.

Uno de los senadores que había adelantado sus voto, es el excrack de Barcelona, Valencia y la Selección de Brasil, Romario, quien es un enemigo declarado de Dilma Rousseff.

Hay indicios de crímenes de responsabilidad fiscal cometidos por la presidenta de la república”, señaló en su intervención, el Baixinho Infernal.

Otra que senador que intervino fue el expresidente Fernando Collor de Mello, último mandatario en ser sometido a un impeachment y que renunció al cargo, para evitar ser destituido.

“Alerté sobre la posibilidad de sufrir un impeachment, pero no me escucharon”, afirmó Collor de Mello.

La situación en Brasil llegó a tal nivel de crisis, que el competidor de Rousseff en las elecciones de 2014 y actual senador, Aecio Neves fue comunicado por la Corte Suprema de que se abrió una investigación su contra por sobornos, en torno a una indagación sobre un esquema de corrupción en una eléctrica estatal.