La elección de Mauricio Macri en Argentina abrió las esperanzas en la Unión Demócrata Independiente de reactivar la solicitud de extradición del ex frentista Galvarino Apablaza por la participación que se le atribuye en el homicidio del senador Jaime Guzmán.

La solicitud había sido visada por la Corte Suprema trasandina en septiembre de 2010, aunque denegada posteriormente por el Ejecutivo.

Para el gremialismo, el cambio en la orientación política gobernante podría facilitar el trámite de extradición pendiente. Sin embargo para el ministro del Interior, Jorge Burgos, la temática va mucho más allá de la conducción gubernamental de turno.

“Quien determina la procedencia de una extradición, activa o pasiva, es el más alto tribunal de la República. No es una decisión [gubernamental], como ocurre en otras partes del mundo”, explicó.

Según el secretario de Estado, el gobierno “ha hecho siempre las peticiones destinadas a dar cumplimiento a la resolución de la Corte Suprema” y no descarta que se pueda reinsistir en la solicitud “a través de los canales regulares”, sin aventurar negociaciones directas con Macri.

En esta misma línea el ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, subrayó que el asunto de la extradición de Apablaza “no es algo que dependa de la voluntad de los gobiernos”, y que está fuera del alcance del Ejecutivo.

Para el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, no es una sorpresa la petición de la UDI y descartó conocer mayormente la situación judicial de Galvarino Apablaza en el vecino país.

Eso sí, declaró que el gremialismo “está en su derecho” de solicitar nuevamente la extradición. “No podría opinar en este momento. creo que es un tema jurídico complejo, no es un tema fácil”, manifestó el diputado.