Problemas al riñón y al intestino son los que podrían sufrir los 33 estudiantes que están en huelga de hambre para exigir educación pública y gratuita.

Depurar los desechos orgánicos líquidos es una de las principales funciones del riñón, que ante la falta de nutrientes puede dejar de hacer o realizar de forma ineficiente, por lo que estas toxinas podrían esparcirse por el cuerpo.

Por su parte, los intestinos grueso y especialmente el delgado producen algunas de las hormonas que permiten reforzar el sistema defensivo, por lo que de funcionar irregularmente, el organismo se debilita y queda más vulnerable a las infecciones.

Según la jefa de la unidad de Nutrición del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Karin Papapietro, son estos los dos problemas más graves a los que se pueden exponer los 33 estudiantes en huelga de hambre, de los cuales hay cuatro que incluso están dejando de beber en forma progresiva.

Por esto el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, insistió en el llamado a informarse de las posibles consecuencias de esta decisión.

Los estudiantes que llevan más días sin comer, son de la comuna de Buin y han pasado más de un mes en ayuno.