La sexualidad es una esfera importante en la vida de las personas, en sus distintas formas de expresión y maneras de vivirla.

En nuestro país, “la sexualidad como un aspecto natural e integral de la vida sigue siendo un tema tabú para muchas personas, sobre todo si hablamos del placer como un derecho sexual”, señala la matrona y especialista en género y salud sexual, del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva de la Universidad Austral de Chile, Paola Burgos.

Y señala que, en estos días de pandemia y cuarentena, ya se esté con o sin pareja, el confinamiento se vive diferente según cada persona, influenciado por diferentes contextos como el personal, familiar y social.

En este sentido, son “muchas las variables que se entrecruzan y tendrán efectos en la forma en que el encierro puede impactar en la vivencia afectivo-sexual”, señala la profesional.

Asimismo, la académica de la U. Austral explica que cuando hemos visto alterada nuestra vida en general, como lo sucedido con el confinamiento por la pandemia, “la vida sexual no queda fuera de ello, tanto en la vivencia como en la expresión del deseo sexual. La incertidumbre y el estrés por lo que está sucediendo a nivel mundial va a tener algún impacto, el cual va a variar en cada persona, por eso es muy importante respetar los ritmos personales y que estos no se transgredan por satisfacer los deseos de otras u otros. Somos diferentes y nuestras respuestas sexuales son personales.”

Por ello, la especialista en género y salud sexual recalca que las parejas que están en confinamiento juntas, deben respetar los tiempos de cada uno, entendiendo que “la sexualidad es mucho más amplia que el contacto sexual, hay seducción, ternura, afecto. Las necesidades afectivo-sexuales pueden llevar a explorar o incorporar nuevas prácticas también y es importante que estas se den dentro de un contexto seguro, sin presiones ni auto exigencias“.

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“Quizás, es bueno aprovechar este tiempo para conversar con la pareja, dentro de un espacio de confianza, y saber si están viviendo una experiencia afectivo-sexual placentera o si bien, los ritmos de ambos son diferentes dada la alteración de sus vidas y sus espacios. La comunicación verbal y no verbal es importante para poder explorar e ir satisfaciendo el deseo de ambos“, añade.

Además, explica que el aislamiento es diferente para las parejas que viven en distintos lugares y que por lo tanto están separadas, ya que “no solo puede existir una necesidad sexual, sino que existen necesidades sexo-afectivas. Cada persona puede encontrar una forma de satisfacer su deseo o mantenerlo pausado, lo que puede llevar a explorar la autogestión del erotismo y placer, lo que también puede entregar un espacio para ir identificando los propios deseos”.

“Existen diversas formas de seducir y de expresarse afectiva y sexualmente, por lo que no debemos limitarnos solo al contacto físico, también esto, para las personas sin pareja, puede ser una puerta para descubrir otras formas de satisfacer el deseo sexual”, comenta.

Por otra parte, respecto de si la tasa de natalidad puede aumentar debido encierro, la profesional afirma que, “para que la tasa de embarazos no se eleve es importante que las mujeres puedan acceder a métodos anticonceptivos, es muy importante que el confinamiento o la crisis social producto del Covid-19, no sea una limitante para que las mujeres puedan acceder a ellos. Sería preocupante que suba el número de gestaciones no planificadas, o en casos más severos, que mujeres por estar en aislamiento constante con un hombre agresor estén expuestas a violencia o abusos con consecuencias de embarazo”.

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Recomendaciones para la gestión del placer

Asimismo, la especialista de la U. Austral, afirma que ver a la pareja todo el día, pasa a transformarse en algo cotidiano, lo que puede provocar disminución en el deseo sexual, por ello, recomienda que “el uso de juguetes sexuales puede ser una forma de diversificar las prácticas sexuales, ya que estos pueden favorecer el placer ya sean utilizados en pareja o en forma individual”.

“Si el juguete se va a utilizar en pareja debe ser una decisión mutua, si alguien desea utilizar un juguete sexual con su pareja sin consultarle o sin su consentimiento, se estará transgrediendo la autonomía y el derecho a decidir de la otra persona, lo cual en ningún caso favorecerá la relación de la pareja”, agrega.

Al respecto, la matrona indica que es importante asesorarse con información segura y confiable, al momento de comprar un juguete sexual, ya que existe una gran variedad y diversas formas de utilizarlos.

“Para las personas que están en aislamiento solas, la autogestión del placer favorece el empoderamiento del cuerpo, el identificar al propio ritmo, el placer y las diversas formas de cómo llegar al orgasmo”, explicó la experta U. Austral.

Y para las personas que deseen hacer “Sexting”, término que implica la recepción o transmisión de imágenes o videos que conllevan un contenido sexual a través de las redes sociales, ya sea con o sin autorización de quien los coloca en el medio, la experta en género y salud sexual de la U. Austral sostiene que ésta práctica no está exenta de riesgos, por lo que, si se desea realizarla con otra persona, sugiere que ella debe estar de acuerdo y ambos deben cuidar que todo sea en un clima de confianza y seguridad.