Terminar un noviazgo no es un proceso sencillo, más aún cuando la otra persona quiere desesperadamente continuar con la relación.

Es en este contexto, cuando se escuchan fuertes amenazas como: “Si me dejas, me suicidaré”.

El doctor en psicología y director del Centro de Tratamiento de Ansiedad y Fobia, Fredric Neuman, explicó algunos aspectos de esta situación, en una columna del sitio especializado Psychology Today.

Ante una amenaza de ese tipo, es obvio que él o ella reaccionarán horrorizados. “Si alguna vez se amaron, tampoco pueden estar completamente desinteresados en el bienestar del otro, y ciertamente nadie querría sentirse responsable de la muerte de otra persona”, reflexiona el especialista.

De este modo, si el propósito de la amenaza de suicidio es hacer que la otra persona dude en su decisión de terminar la relación, es una estrategia que probablemente funcione temporalmente.

“Pero creo que la amenaza de quitarse la vida es solo eso, una amenaza, y provocará la misma respuesta negativa que cualquier otro tipo”, plantea Neuman.

‘Me mataré, y será tu culpa, ¡y te sentirás culpable para siempre!’ es lo que está implícito. Cualquiera que escuche eso estará enojado. Hacer enojar a alguien no va a fomentar un sentimiento de amor o el deseo de volver a una relación comprometida“, explica.

Por otra parte, la persona que amenaza con atentar contra su vida, lo hace parecer “triste e incluso, a los ojos de algunos, patético. ¿Y de qué sirve tener una pareja fingiendo que se queda sin quererlo realmente?”, cuestiona.

De este modo, si permanecen juntos, debes considerar que en el futuro pueden haber más amenazas sobre algún otro conflicto en la relación.

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¿Por qué lo hacen?

Según explica el especialista, es probable que las personas que amenazan con suicidarse, lo hacen porque se sienten “definidos” por esa relación particular. Es decir, sienten que sin esa pareja, “sus vidas no tienen sentido”.

“Ellos piensan que si tan solo le pudieran dejar claro a su pareja cuán fuerte es lo que sienten por ella, la otra persona regresaría. En su opinión, no hay otra alternativa (…) Los acosadores expresan sentimientos que son similares“, advierte.

¿Cómo actuar en estos casos?

Desde su perspectiva, en estos casos lo mejor es ayudarlos a encontrar aquellas otras partes de su vida que sí valen la pena. “Independientemente de si una persona en particular los ama en ese momento”, puntualiza.

Pudieron vivir antes de conocer a esa persona y, seguramente, encontrarán que vale la pena vivir la vida más adelante. Ningún sentimiento o pasión dura para siempre. Es sólo una cuestión de tiempo“, reflexiona Neuman.

No obstante, advierte que es muy difícil cambiar los sentimientos de una persona solo conversando. “Así que trato de convencerlos para que pasen tiempo con sus familias y amigos. Si el trabajo es satisfactorio, hablamos de trabajo”, aconseja.

“Hay cosas que vale la pena hacer, y hablamos de esas cosas, incluidas las que se harán en el futuro. Habrá un futuro“, asegura.

A pesar de que esa persona no puede imaginar una relación de amor diferente con otra persona, también es importante conversar sobre esa posibilidad.

“En el fondo saben que algún día puede haber alguien más, simplemente no tienen ganas de esperar. Así que trato de persuadirlos. Tal vez mi preocupación por lo que les sucede hace una diferencia”, finaliza.