Lucy Dawson es el nombre de la protagonista de esta historia. Cuatro años atrás, mientras estaba estudiando criminología en la Universidad de Leicester, en Reino Unido, la modelo británica sufrió crisis emocionales que preocuparon a sus padres. Fueron ellos quienes la llevaron hasta el Hospital de Lincoln de la ciudad, resultando internada en una unidad psiquiátrica… por error.

Pasó tres meses en el lugar, sufriendo graves episodios convulsivos. Los médicos especialistas creyeron que se trataba de alguna condición psiquiátrica que estaba en estudio. Mientras estuvo internada, según contó al portal Metro, en una de las crisis golpeó su pierna contra un calefactor y se quemó gravemente, por lo que ahora debe usar bastones para caminar.

Lo cierto es que, más tarde, sus médicos tratantes descubrieron que en realidad Lucy padecía de encefalitis. Se trata de una enfermedad que se caracteriza por una inflamación en el cerebro, casi siempre ocasionada por infecciones, según consigna el sitio especializado Medline Plus.

Añaden que se trata de una enfermedad “poco común” y que, si bien se presenta mayormente en infantes, cuando la padece un adulto los síntomas y las consecuencias podrían ser más graves.

“Mis padres pensaron que me habían perdido, literalmente les dijeron que iba a morir. Ahora vivo sola, trabajo por cuenta propia, todavía tengo que pellizcarme (para no pensar que está soñando) (…) No ha sido solo un viaje físico y neurológico, sino que el trauma psicológico fue muy duro”, comentó Lucy al medio, que actualmente está en recuperación y se desempeña como modelo de vestuario con la firma Zebedee.

Según contó, en los peores momentos sólo quería morir y “lloraba todos los días”. No obstante, todo cambió cuando un día, en Facebook, leyó el relato de un joven que falleció con encefalitis. “No puedes pasar un segundo más deseando que tu vida sea diferente, o deseando no haber despertado, porque ellos cambiarían desesperadamente de lugar contigo“, pensó.

Sus síntomas aparecieron cuando estaba en tercer año de la carrera (que por cierto, logró terminar tras grandes esfuerzos). Sus amigos habían notado un cambio de comportamiento previo a las crisis emocionales. Los médicos, narró, “todo el tiempo siguieron esta línea de que estaba teniendo un colapso mental”. Con el tiempo, encerrada, comenzó a hablar menos, a perder la movilidad de su cuerpo y a ensimismarse.

Tras notar el error, recibir los tratamientos y ser dada de alta, la situación se tornó difícil. Para ella, resultó complicado asistir a lugares públicos y sobrellevar las lesiones cerebrales que quedaron como consecuencia. Pero habla sobre su caso porque, dice, notó lo “horriblemente mal diagnosticada que es la enfermedad”. “Por eso es tan importante para mí hablar al respecto”, afirma.

Sobre el modelaje, sostiene que “hay una falta de representación de discapacitados. Vaya a sus marcas favoritas en Instagram, desplácese hacia abajo y vea si ve una persona discapacitada en su página. La respuesta la mayoría de las veces es no. Las personas discapacitadas compran ropa, las personas discapacitadas compran maquillaje”.

Asimismo, la joven comenzó una campaña en Instagram, hablando sobre la enfermedad en redes sociales. Se asegura, además, de que las personas discapacitadas también puedan sentirse sensuales. “Tuve una rara enfermedad cerebral autoinmune, casi muero, quedé discapacitada por accidente, obtuve un título, firmé con Zebedee”, dice en su descripción, enumerando sus logros tras la enfermedad.

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