Ilka Brühl es una joven de 26 años que nació con varias complicaciones físicas en su rostro. La modelo alemana llegó al mundo con una hendidura facial, los conductos nasales malformados y la ausencia de su conducto lacrimal derecho.
Lo anterior la llevó a someterse a más de 10 operaciones cuando sólo era una bebé de tres meses, tal como contó en el sitio Projekt Grenzenlos, intervenciones que le permitieron respirar con mayor facilidad. Desde ese entonces, debió pasar varias veces por el quirófano hasta hace cuatro años, cuando vivió su última operación.
Sin embargo, los problemas físicos no fueron los únicos que afectaron a Ilka. La joven europea además sufrió acoso por su aspecto y problemas en su autoestima, los que decidió enfrentar cuando cumplió 20 años.
Tal como relata en su página personal, en 2014 la mujer decidió dejar atrás los complejos y convertirse en una modelo. La alemana relata que tenía bastantes conocidos y amigos fotógrafos quienes la ayudaron con su objetivo.
“Estoy increíblemente agradecida por esta cooperación porque me ayudaron mucho. Antes de eso, tenía muchas dudas sobre mí misma, especialmente por mi apariencia“, reconoce.
Es así como la joven comenzó a ser retratada por los lentes de sus cercanos, convirtiéndose en una musa de los fotógrafos. “Hubo tanta respuesta positiva, que me daba más y más valor para mostrarme como soy. Genuina y espontánea”, dice.
Ilka se convirtió en la protagonista de delicadas fotos al aire libre y de creativos montajes fotográficos. No obstante, ayudarse a sí misma no era su único objetivo.
“Mi gran objetivo es ayudar a otros a construir una autoestima saludable”, admite la joven en su página. “La vida es demasiado corta para dudar de uno mismo (…) ¡Nadie tiene que esconderse por su apariencia!”, dice la modelo, quien se define como una persona soñadora y optimista.
A pesar que reconoce que aún no se siente segura del todo, la joven confiesa que siente que va “por un buen camino” y que se siente muy feliz con todo lo que ha logrado.
