Se acaban las vacaciones de invierno y para muchos colegiales y universitarios fueron semanas de descanso y entretención, mientras que para los adultos un relajo de un par de semanas.

Por lo mismo, volver a nuestra rutina puede ser una tarea muy complicada, tanto para niños como para adultos, ya que los trastornos del sueño, como el insomnio o la somnolencia diurna, nos pueden afectar el normal desarrollo de la vida diurna laboral o escolar.

“Durante las vacaciones, tanto niños como adultos suelen conciliar el sueño más tarde, dormir siestas durante el día, en un ambiente más relajado y menos estructurado. Esa falta de orden en el sueño genera que nuestro reloj interno no pueda sincronizarse de manera correcta al volver a la rutina, lo que se puede traducir en cansancio y fatiga, siendo más difícil volver a nuestro día a día”, explica Pedro Moya, Neurólogo de Clínica Somno.

Ante esto, es importante estar conscientes de estos cambios en nuestro ciclo de sueño y prepararnos para nuestra vuelta a la realidad.

Es por esto que la especialista entregan siete recomendaciones que nos ayudarán a ordenar nuestra rutina de sueño luego de estas vacaciones:

1. Adelanta tu hora para dormir:

Idealmente durante una semana acuéstate cada día entre 20 y 50 minutos más temprano cada noche.

2. Regula tus horas de sueño:

Retoma el plan con tus horarios de rutina, es decir, vuelve a dormir entre 8 a 10 horas cada noche.

3. Siestas:

Si tienes la opción de dormir siestas, sobretodo en el caso de los niños, que estas sean antes de las 15:00 horas y de no más de 40 minutos.

4. Mejora el confort del dormitorio:

Elimina las luces azules de las pantallas que impiden la generación de melatonina, hormona que induce al sueño. Trata de no ver televisión en la pieza y no utilices tablets o celulares previo a la hora de ir a dormir.

5. Hidratarse y comer liviano:

Tomar gran cantidad de líquido durante el día mejora tu calidad de sueño, pero debes poner atención en no consumirlos al menos dos horas antes de ir a tu habitación. Lo mismo con la comida, donde se aconseja consumir alimentos livianos, para no dormirnos con el estómago pesado.

6. Para los deportistas:

Si practicas ejercicios, lo recomendable es realizarlos dos horas antes de ir a dormir e idealmente optar por métodos de relajación tales como el yoga o el reiki.